La nostalgia de la moda 80 y los 90 no se acaba nunca (y esta exposición lo demuestra)

Las fotografías que Albert Watson hizo para Blumarine nos recuerdan que el estilo de finales del siglo XX aún no ha muerto.
© Albert Watson para Blumarine

Desde que en los años 70 el fotógrafo escocés Albert Watson se instaló en Nueva York su trabajo comenzó una imparable carrera. Con Vogue ha realizado más de 200 portadas y sus fotografías de moda son ya consideradas como unas de las más influyentes del siglo XX. Hasta el próximo 17 de junio, la marca Blumarine, con la que colaboró estrechamente durante 12 años, le rinde homenaje en una exposición.
Durante la década de los 80 y los 90, nadie como Albert Watson era capaz de capturar la esencia de la marca italiana. En sus manos estaba el retratar el espíritu romántico, fuerte y femenino de Bluemarine. Ayudado por top models como Naomi Campbell o Cindy Crawoford, el fotógrafo creo un universo paralelo a través de su objetivo.

© Albert Watson para Blumarine

La exposición 'Fashion, Portraits & Landscapes' recupera alguna de sus fotografías más icónicas de los archivos de Bluemarine para mostrar sus trabajos más destacados, en los que los retratos y el paisaje eran su punto fuerte. Según cuenta Anna Molinari, fundadora y directora creativa de la marca que compartió los años de trabajo con el fotógrafo: "Albert Watson, con quien siempre compartí una perfecta armonía, ** fue el primero que definió la identidad de Blumarine** en su esencia romántica, seductora y femenina. En cada imagen se puede admirar esa estética, capturada en cada detalle."

© Albert Watson para Blumarine

Sus retratos en blanco y negro se han convertido en verdaderos iconos actuales y sus paisajes de naturaleza y urbanos no fueron un mero decorado para las campañas sino que eran parte fundamental del mensaje, desde Escocia hasta ** el desierto de Nueva México, pasando por Londres, Los Ángeles y Nápoles.**

© Albert Watson para Blumarine

Esta selección de imágenes procedentes del archivo de la marca italiana, expuesta en el museo del Palacio Dei Pio, en Carpi, es ideal para repasar una época de la moda italiana pero también para conocer mejor el trabajo de uno de los fotógrafos más influyentes del siglo XX.