El 26 de mayo de 2010 Angie Sanclemente Valencia dejaba su traje de “clandestina” para convertirse en la presa más fashion del país. La modelo colombiana era capturada en un hostel del barrio porteño de San Telmo, acusada de formar parte de una organización que enviaba cocaína a Europa. Angie fue enviada a la cárcel y condenada a seis años y ocho meses de prisión, una pena leve que no terminó de cumplir porque ahora fue beneficiada con la figura del extrañamiento –contemplada en la Ley de Migraciones–, que permite la expulsión de Argentina de los detenidos extranjeros que cumplen la mitad de su pena.
Fuentes judiciales indicaron que la colombiana fue trasladada ayer al aeropuerto internacional de Ezeiza, en medio de un fuerte operativo de seguridad. Poco antes de las 6 de la mañana abordó un vuelo con destino a Bogotá. Según informó el diario El País de Colombia, Angie aterrizó en su país cerca del mediodía. Allí se reencontró con sus familiares y festejó su ansiada libertad.
De acuerdo con los voceros, la “narcomodelo” no podrá regresar a nuestro país durante los próximos diez años. El beneficio que recibió ella es el mismo que permitió la salida del uruguayo Mario Vitette Sellanes, el ideólogo del robo al banco Río de Acassuso, quien fue puesto en libertad el 30 de agosto último.
La causa que llevó a prisión a Angie se inició el 13 de diciembre de 2009, cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria detuvo en Ezeiza a María Noel López Iglesias, una joven que llevaba dos valijas con cocaína y que terminó delatando a todos los integrantes de la organización, entre los que sobresalía Angie y su novio Nicolás Gualco. A partir de la declaración de María Noel, fueron detenidos todos los miembros de la organización.
La causa llegó a su fin el 2 de noviembre del 2011, cuando el Tribunal Oral en lo Penal Económico 3 condenó a la modelo colombiana a la pena de seis años y ocho meses de prisión por el delito de “contrabando de exportación de estupefacientes en grado de tentativa”.
En el mismo juicio también fue condenado su novio y el tío. Los dos “arrepentidos” del caso recibieron tres años de prisión en suspenso y están en libertad.
