La población mundial crece mucho menos de lo previsto

Se espera que el número de habitantes de la Tierra supere con creces los 9.000 millones en 2050, antes de alcanzar un máximo de 10.800 millones hacia 2080, momento en el que el crecimiento de población se estancará hasta final de este siglo.

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El crecimiento de la población se estancará a finales de este siglo
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Sergi Alcalde National Geographic
Sergi Alcalde

Periodista especializado en ciencia, sociedad y medio ambiente

En 1982 la población de China, el país más poblado del mundo durante todo el siglo XX, superaba por primera vez los 1.000 millones de habitantes, mientras que el segundo país en disputa, la India, contaba con casi 300 millones de habitantes menos (casi la población actual de Estados Unidos) que el gigante asiático. Cuatro décadas después, las tornas podrían cambiar por primera vez en más de un siglo. Según el último informe de Naciones Unidas sobre población mundial, en 2023 la India superará a China en número de habitantes, un cambio de ciclo que simboliza el cambio de tendencia de población prevista a lo largo de este siglo.

El pasado 15 de noviembre de 2022 la población mundial marcó un récord histórico, al traspasar por primera vez los 8.000 millones de personas. “Una ocasión para celebrar nuestra diversidad, reconocer nuestra humanidad común y maravillarnos de los avances en salud que han prolongado la esperanza de vida y reducido drásticamente las tasas de mortalidad materna e infantil”, en palabras del Secretario General de la ONU, António Guterres.

A finales de siglo llegaremos a los 10.800 habitantes, lejos de los 11.000 previstos anteriormente

Pero, más allá de lo llamativo de una cifra que pone de manifiesto la superpoblación del planeta, la realidad es que el crecimiento de la población se está desacelerando. Así lo demuestran los datos del último informe publicado por Naciones Unidas, según el cual el número de personas que poblamos la Tierra está creciendo a su ritmo anual más lento desde 1950, por debajo del 1 por ciento en 2020. Partiendo de estos datos, las últimas proyecciones sugieren que en 2030 podríamos llegar a los 8.500 millones de habitantes, mientras que en 2050 alcanzaremos los 9.700. Pero el pico de población mundial está lejos de los 11.000 millones previstos hasta la fecha. Según las últimas estimaciones, alcanzaremos un máximo de unos 10.400 millones de personas durante la década de 2080 y que permanecerá en ese nivel hasta 2100, cuando se producirá un crecimiento cero de población.

La clave: la menor tasa de fecundidad

Una de las claves en todo análisis poblacional son las tasas de fecundidad, un indicador que mide el promedio de nacimientos por mujer. Según los últimos datos de Naciones Unidas, en la actualidad hasta dos terceras partes de la población mundial vive en un área o en un país donde esta tasa es inferior a los 2,1, lo que hace prever un crecimiento nulo a largo plazo en poblaciones con tasas de mortalidad baja. Se proyecta que la población de 61 países disminuya un 1% o más entre 2022 y 2050 debido a sus niveles persistentemente bajos de fecundidad y, en algunos casos, a sus altas tasas de emigración.

Además, más de la mitad del aumento de la población mundial prevista hasta 2050 se concentrará en ocho países: Egipto, Etiopía, India, Filipinas, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo y República Unida de Tanzania, mientras que se espera que los países del África subsahariana contribuyan a más de la otra mitad del crecimiento poblacional previsto para 2050.

El aumento de población, un freno al desarrollo sostenible

En la mayoría de los países del África subsahariana, así como en partes de Asia y América Latina y el Caribe, la proporción de la población en edad de trabajar (entre 25 y 64 años) ha ido en aumento gracias a las recientes reducciones de las tasas de fecundidad, lo que se traduce en un menor número de población más joven. Este cambio en la distribución por edad brinda una oportunidad, limitada en el tiempo, para lograr un crecimiento económico per cápita acelerado que se conoce como “dividendo demográfico”.

Un mundo más envejecido y con mayor esperanza de vida

Sin embargo, si se desea maximizar los beneficios de esa tendencia, afirman desde Naciones Unidas, es necesario invertir en capital humano, salud y educación en todas las edades. Y es que esa población en edad de trabajar pronto no lo serán, pues se estima que el número de población de 65 años o más aumentará del 10% en 2022 al 16% en 2050. Para entonces, se espera que el número de personas mayores de 65 años en el mundo más que duplicará el número de niños menores de 5 años. Eso significa que los países con altos índices de envejecimiento poblacional deberían tomar medidas serias que garanticen programas públicos y universales de asistencia a personas mayores, incluyendo el establecimiento de sistemas universales de atención médica y de cuidado a largo plazo, y mejorando la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social y pensiones.

Un envejecimiento de la población que coincide con el aumento de la esperanza de vida, que en 2019 alcanzó los 72,8 años de media, casi 9 años más que en 1990. Se prevé que la reducción de la tasa de mortalidad se traduzca en un promedio de longevidad de cerca de los 77,2 años en 2050, aunque este dato podría variar debido a las profundas desigualdades entre países y regiones del mundo. Los mismos datos muestran que la esperanza de vida en los países más desarrollados era de 7 años menos que el promedio mundial. En otras palabras, vamos a un mundo más envejecido, con mayor esperanza de vida y con crecimiento poblacional más desigual en función de la región en la que se habite.