Las campañas de Uribe

El ex presidente Álvaro Uribe estuvo el sábado en Bucaramanga. Junto con la candidata de La U, Martha Pinto de De Hart, visitó el barrio Kennedy y le habló a los bumanguses de las razones por las cuales él cree que deben votar por la ex ministra.

Foto tomada de www.marthapinto.com

La jornada del fin de semana de Álvaro Uribe fue realmente maratónica. Entre sábado y domingo, visitó Bucaramanga y ocho municipios de Santander, en los extremos de cada provincia, y en cada lugar participó en un acto público de apoyo a los candidatos de la U. A su lado siempre estuvieron el presidente de la U, el senador Juan Lozano, y el ex ministro Óscar Iván Zuluaga.

Durante el recorrido, el discurso sonó conocido. En cada municipio, Uribe habló sobre el Partido de la U y sobre la importancia de mantenerlo vivo con los resultados de las elecciones de octubre próximo. A cada candidato le dio su apoyo público y le aconsejó sobre las que deberían ser las prioridades de su gobierno. Y finalizó con un resumen de sus ocho años en la Presidencia.

El escenario en todos los encuentros también fue similar. La reunión en Bucaramanga fue en la cancha de tierra del Kennedy, un barrio ubicado al norte de la ciudad, en el sector más popular y hasta hace no mucho, dominio político de los Moreno Rojas. Llegó a ese barrio con la candidata por la U a la Alcaldía de Bucaramanga, Marta Pinto de De Hart, para cumplir con su compromiso.

Desde que ella se lanzó como candidata, Uribe le dijo que la iba a acompañar permanentemente y le prometió que iría con ella a los sectores populares, en los estratos uno, dos y tres, donde el ex presidente sigue siendo popular y ella prácticamente no tiene acceso.

La intervención de Uribe estuvo llena de elogios para De Hart, pero más allá de eso, su discurso fue una reinvidicación a sus ocho años en la Presidencia. También aprovechó para lanzarle varias críticas al actual Gobierno, entre ellas a la creación de los nuevos ministerios, qué él había fusionado. Uribe tuvo tiempo hasta para quejarse de que la fiscal Viviane Morales no lo quiere para justificar por qué no respondió a las preguntas de algunos ciudadanos sobre el robo de Ecogás, la Empresa Colombiana de Gas que tiene su sede en Bucaramanga y que después de ser una de las compañías más fuertes del país, fue vendida y se vino abajo.

La maratón del ex presidente Uribe fue parecida a la que realizó en sur de Bogotá con Peñalosa y hace una semana en Cundinamarca. Allá recorrió siete municipios y su discurso se centró en que el Partido de la U no es un partido de coyuntura y que nació para quedarse. A los candidatos de la U, pero también a los de coaliciones, los acompañó y les pidió trabajar con “carácter ideológico”. 

¿Qué quiere Uribe?

Estas nuevas giras forman parte de la nueva estrategia de Uribe, que arrancó hace quince días. Los actos políticos reemplazaron a los talleres democráticos con que el ex Presidente buscaba estar vigente desde comienzos de año. De esas reuniones pequeñas, con seguidores y políticos, en forma de mesa redonda, volvió a las grandes manifestaciones, en plaza pública, las cuales domina con soltura.

Las reuniones de ahora no son para debatir temas de ciudad o de política ni para escuchar los problemas de las comunidades. Los actos que preside ahora son para convencer al electorado de que voten por sus candidatos y, de paso, recordarles “las bondades de su Gobierno”.

Álvaro Uribe nunca creyó mucho en los partidos políticos y prueba de ello es que las dos veces que se lanzó a la Presidencia lo hizo por fuera de ellos a través de un movimiento creado solo para las elecciones llamado Primero Colombia. Pero ahora, su proyecto político y su legado tendrán vigencia sólo si el Partido de la U se mantiene. Por eso la mejor manera de garantizar que no desaparecerá de la escena política es utilizar su popularidad para impulsar la elección del mayor número de candidatos de la U en las elecciones de octubre.
Uno de sus escuderos, el ex ministro Óscar Iván Zuluaga, lo dijo hace poco: “para eso son las elecciones, eso no está hipotecado para nadie. …las campañas son para eso, hay producto, hay partido, hay mensaje”.

La pelea de la U es por mantener como mínimo la presencia que tiene hoy en las entidades territoriales –segunda por debajo de los conservadores- y así contrarrestar el creciente poder que han ganado los liberales desde que entraron a la Unidad Nacional.  Si la U derrota con creces a los liberales en las elecciones de octubre, la unión liberal que está impulsando Rafael Pardo –y que aspira a tener al presidente Santos como su líder natural- sufriría un duro golpe.

En la estrategia de Uribe es necesario un triunfo en las principales ciudades y dado que los candidatos más visibles que inicialmente apoyó no están registrando tan bien en las encuestas como Federico Gutiérrez en Medellín, Marta de Hart en Bucaramanga o incluso Peñalosa (en todas menos la última de Datexco), desde hace un poco más de dos semanas amplió su grupo de ‘avalados’. Y ha comenzado a dar su apoyo público a candidatos que no son cercanos a él personalmente pero que son populares y que tendrían su triunfo asegurado aún sin el apoyo del expresidente. Su acompañamiento a Álvaro Cruz, en Cundinamarca, y a Campo Elías Terán, en Cartagena, le garantizan que cuando ganen, él podrá cobrarse como propio su triunfo.

Con un éxito contundente en octubre, Uribe podría demostrar al presidente Juan Manuel Santos y al país que a pesar de lo que digan las encuestas y los columnistas de opinión, él sigue siendo más popular que su sucesor y que el uribismo sigue siendo la corriente política más poderosa del país. Pero aún si no gana todos los municipios que quiere, desde ya está allanando el camino para volver al poder en el 2014 en cuerpo ajeno.

Los herederos de su legado

En una visita que el ex presidente Álvaro Uribe hizo a Manizales hace unos meses, dijo que en caso de que Juan Manuel Santos aspire a la reelección, su futuro contrincante será Óscar Iván Zuluaga.

Para muchos, por las mismas palabras de Uribe, su sucesor sería el ex ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, quien se convirtió en el escudero del ex presidente. A todos los sitios donde va Uribe, ahí está Zuluaga y él es el enlace entre Uribe y los grupos de líderes o congresistas que están encargados de toda la organización en las visitas del ex presidente.  Bien aprovechadas, estas reuniones podrían constituírse en el embrión de la estructura política que necesitará el sucesor de Uribe para enfrentar a Santos, a Angelino Garzón, a Vargas Lleras o a los tres en tres años.

Pero su sucesor también podría ser Juan Lozano que desde que arrancó el gobierno de Santos ha sido un defensor a ultranza del ex presidente y del Partido de la U, que hoy dirige. A él, Uribe ya le ha hecho también el guiño de sucesor. En una intervención pública en Soacha, hace cerca de diez días, Uribe dijo que el presidente de la U, Juan Lozano, era un digno candidato para la Presidencia en 2014.

Al ex presidente le queda un mes para hacer su doble campaña y el 30 de octubre se sabrá el tamaño de su primer triunfo, que será determinante para el segundo.

Soy periodista. Lo que más me apasiona es la investigación. Hago parte del comité directivo y soy socia fundadora de Consejo de Redacción, una organización de periodistas que promueve el periodismo de investigación. Desde que me gradué, en la Universidad...