Nació el 4 de junio de 1972 en Bogotá. Es abogado de la Universidad de La Sabana y tiene una especialización en Gobierno y Gestión Pública, de la Universidad Externado (otra que aparece en algunos lados, en Columbia, fue en doble titulación con el Externado).

Actualmente es representante a la Cámara por el partido Centro Democrático.

Su familia ha sido activa en la política, empezando por su madre Lucy Artunduaga Vega que los 90 fue diputada del Huila, cargo en la que fue sancionada por recibir salarios simultáneos en el desempeño de dos cargos oficiales, como reportó El Tiempo.

Fue candidata por el Centro Democrático a la Alcaldía de Gigante en 2019, pero quedó en el cuarto lugar con 1770 votos (y como revelamos, partes de su plan de gobierno eran idénticas al plan de gobierno de un candidato a la Alcaldía de Pococí, Costa Rica). 

Lucy Prada Artunduaga, hermana del representante, en 2020 pasó a ser asesora del despacho del alcalde de Neiva, Gorky Muñoz (Cambio Radical y firmas), al que el representante Prada dio un empujón en campaña a pesar de que el uribismo tenía candidata propia a la Alcaldía. 

Su medio hermano Jorge Géchem Artunduaga (hijo de Lucy y el exsenador Jorge Eduardo Géchem, de La U) fue elegido diputado en 2019, por La U y con 11.375 votos. 

La vida pública de Prada arrancó en 1997 cuando entró a trabajar como asesor de la secretaría general de la extinta Caja Agraria. 

En 2003, un año después del secuestro de su padrastro, el entonces senador Jorge Eduardo Géchem, se lanzó a la Alcaldía de Neiva con el aval del Partido Liberal. 

Según cuenta, era columnista de algunos medios locales y escribía sobre “lo que debía ser la ciudad, sobre un proyecto de ciudad a mediano plazo.” Cuatro meses antes de las elecciones, saliendo de una misa, dice él, académicos que leían lo que escribía le propusieron lanzarse, “y me metí”. 

Su campaña fue respaldada oficialmente por el Partido Liberal pero no por los dirigentes y la base de ese partido, que se repartieron entre los exdiputados Cielo González Villa (que ganó) y el exgerente de las Empresas Públicas de Neiva, Carlos Mauricio Iriarte (segundo). 

En 2004 pasó a ser Director Nacional de Registro Civil en la Registraduría, según él por invitación de la registradora Almabeatriz Rengifo López. 

En ese cargo estuvo hasta el 2005 y en 2006 se lanzó a la Cámara de Representantes por la lista de Convergencia Ciudadana, un movimiento que fundó el político santandereano Luis el ‘Tuerto’ Gil, quien fue condenado por parapolítica. 

En esas elecciones, Convergencia Ciudadana hizo parte de la coalición que ayudó a la reelección presidencial de Álvaro Uribe Vélez. 

Prada no alcanzó los votos para quedarse con una de las cuatro curules de la Cámara a las que tiene derecho el Huila; ganaron los liberales Luis Enrique Dussán y Héctor Javier Osorio, y los conservadores Luis Jairo Ibarra y Carlos Augusto Rojas. 

Tras esa segunda experiencia electoral, Prada volvió a entrar al Estado como director de control interno y secretario general del Ideam en el 2007, cuando la entidad estaba a cargo de Carlos Costa Posada.

En 2009 regresó al Huila para ser el secretario de Gobierno departamental del conservador Luis Jorge Pajarito Sánchez. 

Y para las elecciones locales de 2011 volvió a aspirar a la Alcaldía de Neiva. 

Inicialmente buscó el aval de La U, que dirigía el exsenador Gechem, pero el partido avaló al exdiputado Pedro Hernán Suárez, por lo que salió enfrentado a su padrastro Géchem, y armó campaña aparte. 

Consiguió los avales de Cambio Radical y del Partido Liberal, con el senador Rodrigo Villalba, hizo campaña con el lema ‘El Cambio es cambiando’ pero quedó tercero detrás de Suárez y de Rodrigo Lara Sánchez, la carta de la Alianza Verde. 

Entre 2012 y 2013, Prada pasó a ser asesor de Luis Guillermo Vélez, que tiene raíces huilenses por su lado materno, en la Superintendencia de Sociedades. 

También pasó por el sector privado en el Instituto de Estudios para la Democracia, la Fundación Paz de Colombia, y en Salud al Día, una IPS en Neiva de la que fue representante legal con su mamá, hasta que se liquidó en 2012.  

En 2013, tras de haber renunciado a la Superintendencia, se acercó al entorno de Álvaro Uribe cuando éste había roto definitivamente con el Gobierno Santos y se empezaba a hablar de crear un partido uribista. 

Cuenta Prada que en un recorrido en El Espinal, en Tolima, Uribe le dijo que liderara la lista a la Cámara en el Huila para las elecciones de 2014 y que él, sin pensarlo, aceptó. 

Encabezó la lista cerrada uribista (en la que se vota por el partido y no por las personas), que también integraron Luis Jairo Ibarra (excongresista conservador), Arley Naranjo y Hugo Perdomo Tello. Sacaron 46.097 votos, la cuarta votación que les dio una de las cuatro curules del Huila. 

Desde entonces se consolidó un vínculo entre el representante y el expresidente, que va más allá de lo político: Uribe es el padrino de bautizo de los tres hijos de Prada e hizo el prólogo de su libro “La dictadura de la paz”. 

Tan cercana es la relación que en las elecciones de 2018 varios dirigentes del Huila le pidieron a Uribe y al Centro Democrático abrir la lista a la Cámara para que todos jalaran más votos, pero Uribe la mantuvo cerrada con Prada a la cabeza. 

A la vez, en la consulta interna del uribismo para las elecciones presidenciales se movió inicialmente por Rafael Nieto. Después de que Iván Duque ganó la candidatura, Prada lo apoyó y ayudó a organizar su campaña en el Huila.

Así, salió reelegido con 48.324 votos. 

La historia de Prada con Uribe también está ligada a los expedientes judiciales del expresidente, pues está vinculado al proceso por manipulación de testigos que abrió la Corte Suprema de Justicia contra Uribe. 

Como contamos, la Sala de Instrucción investiga si Prada habló con el paramilitar Carlos López, alias ‘Caliche’ para que convenciera al también paramilitar Juan Guillermo Monsalve de hacer un video en el que se retractara de sus testimonios contra Uribe, y en el que culpara al senador Iván Cepeda de haberlo manipulado. 

Prada ha dicho que no buscó a Monsalve para que cambiara su testimonio, sino que “Caliche” lo contactó a través de amigos suyos del Huila porque Monsalve quería retractarse.

Cuando Uribe renunció al Senado y su procesó pasó a la la Fiscalía, la Corte mantuvo el expediente de Prada ya que él no renunció.  

Prada ha escalado en el partido, al punto de que fue uno de los compromisarios del Centro Democrático para negociar con otros partidos la armada de la coalición del 2018, y la organización y distribución de los puestos en las Comisiones en la Cámara. 

Quiere dar el salto al Senado para las elecciones de 2022, y ya en las regionales de 2019 se movió para poner alcaldes, diputados y concejales en el Huila y otros departamentos como Cundinamarca.