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FRUTAS TROPICALES: Mejoran la digestión y depuran el organismo

FRUTAS TROPICALES: Mejoran la digestión y depuran el organismo
FRUTAS TROPICALES: Mejoran la digestión y depuran el organismolarazon

Su aroma y color son su mejor carta de presentación. Inundan de luz los mercados y el simple hecho de tenerlas delante ya incita a su consumo. No son fresas, ni melocotones, ni cerezas tan propias del verano. Las frutas tropicales y, en concreto, la papaya, el mango, la piña y el coco, están ahora en su mejor época, aunque no protagonicen la compra habitual de los consumidores españoles. Como norma general, su ingesta se suele asociar más a los cócteles, pero lo cierto es que esconden propiedades nutricionales que superan con creces a otras frutas más populares.

Originario de la India, el mango protagoniza los cultivos de los climas tropicales y subtropicales. Además, se pueden encontrar hasta 50 variedades diferentes. Una de las peculiaridades de este producto es que sus beneficios varían según su tonalidad. Según explica Manuel Moñino, secretario del comité científico de la Asociación para la Promoción del Consumo de Frutas y Hortalizas «5 al día», «a medida que madura, su contenido en vitamina C disminuye, mientras que aumenta la proporción de provitamina A, responsable de su color naranja intenso. La presencia de hidratos de carbono como el almidón, se transforma en azúcares una vez ha madurado». A la hora de encontrar los beneficios que puede tener el consumo de mango para la salud, Moñino asegura que «tanto los carotenos como el ácido ascórbico, son compuestos con una gran actividad antioxidante, cuyo efecto se ha relacionado con la disminución del riesgo cardiovascular y algunos tipos de cáncer. Asimismo, la vitamina C interviene en el sistema inmunológico, la absorción de hierro y la síntesis de colágeno que, con la intervención de la vitamina A, mantiene sanas las estructuras de la piel y las mucosas».

CONTROLAR LA LÍNEA

El Caribe no es sólo playa y palmeras. La papaya es, sin duda, su fruta por excelencia, responsable de darle el toque exótico a la gran mayoría de los cócteles que allí se elaboran. Al margen de su carácter refrescante, supone una buena alternativa para controlar la línea. Según Emma Ruíz Moreno, directora de Proyectos de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), «aporta sólo 38 calorías por cada cien gramos, es baja en grasa y proteínas y aporta fibra, lo que contribuye a mejorar el tránsito intestinal, protegiendo frente al cáncer de colon y enfermedades cardiovasculares». Resulta habitual que en muchos complementos alimenticios que ayudan a controlar el peso esté presente la papaya. Su alto contenido en potasio «mejora la eliminación de líquidos y mantiene el equilibrio hídrico», asegura Moñino. Como norma general, se piensa que los cítricos como la naranja, el limón o el pomelo encabezan el ranking de vitamina C. Pues no. «éstos aportan 50 miligramos de vitamina C por cada cien gramos, mientras que la papaya posee 60 miligramos», matiza Ruiz. Un hecho que corrobora Moñino quien además añade que «cien gramos de papaya cubren el cien por cien de las necesidades diarias de esta vitamina». Sin duda, el beneficio más reseñable de la papaya para la salud se debe a uno de sus componentes: la papaína que Moñino define como «una sustancia que rompe las proteínas y está presente en esta fruta, así como otros compuestos entre los que destaca la carpaina que interviene en el proceso de la digestión, mejorándolo y facilitando el proceso de absorción».

Dulce, muy jugosa y cien por cien tropical, la piña es una fruta que, pese a estar presente en el mercado prácticamente durante todo el año, los meses de calor son los más propicios para su consumo. Al igual que sucede con la papaya, es otro ingrediente estrella en las dietas de adelgazamiento «por su elevado contenido en agua, su bajo aporte calórico y su efecto diurético», afirma Ruiz. Al ser una fruta muy generosa en potasio, Moñino asegura que «mejora la diuresis y, como consecuencia, contribuye a la eliminación de toxinas propias del metabolismo, aclara la orina y mejora la función renal».

La cantidad de fibra tampoco pasa desapercibida en esta fruta. En concreto, «contribuye a adelantar las señales de saciedad que el estómago emite al cerebro y que detienen los estímulos del hambre. Por su efecto prebiótico, selecciona el asentamiento de flora fermentiva –beneficiosa–, en la pared del colon y favorece su proliferación. Además, su efecto se ha relacionado con la mejora de los niveles de colesterol sanguíneo, ritmo intestinal y la disminución del riesgo de algunos cánceres, si bien son necesarios más estudios», sentencia Moñino. Uno de sus componentes, la bromelina, continúa el experto, «mejora la digestión de los alimentos proteicos que, en ocasiones, dificulta el proceso digestivo por su aporte en colágenos y por su compleja estructura molecular». Todavía hay más. «Se emplea en la industria alilmentaria para ablandar las carnes y hacerlas más jugosas», asevera Ruiz. Y añade que «se asocia con un posible efecto suavizante de las mucosas respiratorias y un poder antitusivo ligero debido a su contenido en azúcares». El mango,la papaya y la piña no están exentos de riesgos ya que «pueden ocasionar reacciones adversas a personas con hipersensibilidad alérgica o atópicas», advierte Moñino.

 

DE VEZ EN CUANDO

La parte menos saludable de las frutas tropicales le corresponde al coco. Si en algunos países su consumo es de primer orden, en España su ingesta no deja de ser anecdótica. Sin embargo, para Jesús Román Martínez, presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (Sedca), «su carne aporta cantidades significativas de potasio y hierro, además de un 36 por ciento de grasa, lo que le confiere su alto poder calórico, 351 calorías por cada cien gramos». No hay que olvidar que a pesar de su valor energético, su ingesta es esporádica y que, según Rosa María Ortega, catedrática de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, «la mayor parte de su grasa es saturada y, aunque no es recomendable abusar del aceite de coco, su empleo está permitido en la preparación de algunos alimentos».