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Burdeos - 60 Rue Eugène Le RoyMedidas extra sanitarias
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Burdeos es mundialmente famosa por sus excelentes vinos. Sin embargo, su reconocimiento como Patrimonio Mundial de la Unesco en 2007 se debe a su impresionante concentración de monumentos históricos y a una arquitectura especialmente homogénea, que procede de las orgullosas fachadas ordenadas por Haussmann y de sus espectaculares plazas.
Indiscutiblemente elegante, hasta el punto de ser apodada a menudo la Bella Durmiente, Burdeos ha sabido sin embargo renovarse en los últimos años. Impulsada por el dinamismo demográfico y la aparición de barrios contemporáneos, la ciudad se reinventa constantemente, aportando una constante renovación cultural y urbana.
Burdeos no es sólo la ciudad del vino: es el destino ideal para un fin de semana largo, tanto en verano como en invierno. Sus calles peatonales, sus tiendas llenas de deliciosa repostería, su famosa calle Sainte-Catherine, sus acogedores restaurantes, su mercado de Navidad, su ribera y sus barrios te invitan a descubrir esta ciudad de las mil caras.
La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2007 por su inmenso centro histórico, casi la mitad de su superficie, que reúne más de 300 monumentos: todos ellos están unidos por una coherencia arquitectónica sin igual, un soberbio conjunto de edificios clásicos y neoclásicos perfectamente restaurados.
Construida en 1720, esta plaza real simétrica es uno de los símbolos de Burdeos. Hoy, sin embargo, es aún más espectacular gracias a la incorporación de una obra contemporánea: el espejo de agua.
Esta espectacular obra del paisajista Michel Corajoud ha cubierto el espacio de la plaza con una fina alfombra de agua. En su superficie se reflejan las fachadas circundantes, así como el cielo y sus colores cambiantes. Este lugar poético es sin duda una visita obligada en Burdeos, que encantará especialmente a los aficionados a la fotografía.
La fuente funciona con un ritmo cíclico , es decir, durante 15 minutos el espejo se llena con 2 cm de agua, luego se vacía y permanece vacío durante 5 minutos, antes de dar paso a 5 minutos de bruma. Y el ciclo vuelve a empezar. Esto fomenta microcambios en la percepción del espacio y de la plaza, proporcionando unas vistas maravillosas.
Dos edificios importantes dan a la plaza: la Cámara de Comercio y el Museo de la Aduana, que cuenta la historia milenaria del comercio en Burdeos.
Inaugurada en 2016, la Ciudad del Vino se ha convertido rápidamente en una auténtica visita obligada cuando se visita la ciudad. En el interior de este edificio monumental y contemporáneo se esconde un apasionante museo sobre el arte del vino: un viaje a través del espacio y del tiempo para rastrear la rica y viva historia del vino y su lugar en las culturas del mundo.
Sólo por su increíble arquitectura, merece la pena visitar la Ciudad del Vino. Pero la visita al museo es igual de interesante, para descubrir el vino en su dimensión cultural, cómo se desarrolló en las distintas civilizaciones, como patrimonio y universal. Te esperan 3.000 m² de espacio expositivo, con 20 áreas temáticas interactivas. La visita puede durar de 3 horas a un día entero, según tu interés, e incluye 4 rutas temáticas y más de 120 producciones audiovisuales.
Pero la verdadera delicia es el mirador de 35 metros de altura, donde podrás disfrutar de una copa de vino con una vista panorámica de Burdeos y sus alrededores.
Construida en estilo románico a principios del siglo XI, la catedral de Burdeos sufrió las consecuencias de la tumultuosa historia de Francia y fue reconstruida en estilo gótico en el siglo XIV.
Aunque el interior no es especialmente interesante, lo que llama la atención de la catedral es la belleza y majestuosidad de su conformación, de 124 metros de longitud y 23 metros de altura, con cinco capillas que irradian hacia el exterior.
El Portal Real, de estilo gótico, adornado con bajorrelieves que representan la Última Cena, la Ascensión y el Triunfo del Redentor, enmarcado por dos torres gemelas de 81 metros de altura, es maravilloso.
La torre Pey Berland, en particular, no sólo es una joya del arte gótico, sino que también ofrece una vista impresionante de la ciudad. No te desanimes por los 231 escalones que hay que subir para acceder a la terraza, ya que te proporcionará una panorámica imperdible de Burdeos.
La característica más llamativa de la Basílica de San Miguel es sin duda su campanario, que se eleva 114 metros sobre la ciudad, separado del resto del cuerpo principal de la iglesia.
En la base de la torre hay una cripta que sirve de osario para los miles de cuerpos momificados que se encontraron tras la retirada del cementerio.
Iniciada en 1350 y construida a lo largo de tres siglos en estilo gótico flamígero, la iglesia consta de tres naves con 17 capillas dedicadas a hermandades o cofradías. La capilla más visitada es la de Santiago, una parada popular para los peregrinos en su camino a Santiago de Compostela.
La Rue Sainte-Catherine es la calle de las compras, con casi 300 tiendas repartidas en más de 1 km, desde la Place de la Comédie hasta la Place de la Victoire: es una de las calles peatonales más largas de Europa .
Los amantes de la moda no perderán la oportunidad de comprar en el increíble número de boutiques, tiendas y centros comerciales que se alternan con bares y restaurantes para pasar una tarde de compras.
La Grosse Cloche es uno de los edificios más emblemáticos y fotografiados de la ciudad. Es el campanario del antiguo ayuntamiento, construido en el siglo XV sobre los restos de la antigua Porte Saint-Eloy. Consta de dos torres circulares de 40 m de altura unidas por un cuerpo central.
La campana actual fue fundida en 1775, pesa 7800 kg y mide 2 metros de altura. Para oírla sonar, debes estar en la ciudad el primer domingo de mes, a mediodía. La campana Armande-Louise, que así se llama, suena seis veces al año con motivo de grandes celebraciones: el 1 de enero, el 1 de mayo, el 8 de mayo, el 14 de julio, el 28 de agosto y el 11 de noviembre, a las 11 h y el primer domingo de cada mes a mediodía.
La puerta es fundamental no sólo desde el punto de vista civil, sino también religioso: es, de hecho, una de las principales paradas en suelo francés del famoso Camino de Santiago de Compostela.
Es impensable visitar Burdeos sin hacer un recorrido por sus muelles a orillas del río Garona, verdaderos símbolos del estilo de vida relajado que reina en esta bella ciudad. Recientemente renovados, los muelles de la Rive Gauche, también llamados Puerto de la Luna por la forma del río, te invitan a pasear y a descubrir bellos monumentos, algunos de ellos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La zona se extiende desde el Quai de Bacalan hasta el Quai de Paludate, en el centro de la ciudad, e incluye también la Place de la Bourse y el Marché des Quais. Rodeados de antiguos edificios de ladrillo rojo, los antiguos almacenes de mercancías fluviales han sido perfectamente restaurados y transformados en lugares de cultura, deporte y ocio. Los muelles albergan parques, jardines, carriles bici, pero también tiendas, bares y restaurantes en los que entretenerse, sobre todo a última hora de la tarde, y admirar después hermosas puestas de sol sobre el río.
Los deportistas van al parque deportivo o a la pista de patinaje, mientras que para los niños hay una gran zona de juegos. Los muelles acogen fiestas anuales y son también el punto de partida de cruceros fluviales para descubrir la región de Burdeos.
Alojado en una base submarina de la II Guerra Mundial, este museo viviente es un lugar impresionante. Con 4 piscinas de 110 m de largo, 12.000 m² de superficie de proyección y 90 videoproyectores, los Bassins de Lumières están reconocidos como el mayor centro de arte digital del mundo.
Desde las paredes hasta el techo, atravesando la superficie de las piscinas, los cuadros de los grandes maestros del arte se extienden y cobran vida, formando un soberbio espectáculo de luz y sonido. Durante una experiencia sensorial única, te sumergirás en el corazón de las obras maestras. Por estas razones, el Bassin des Lumières es una visita obligada en Burdeos.
Los artistas se alternan en el tiempo: tras Klimt, Monet, Renoir, Chagall, sea cual sea el tema, que cambia cada año, los visitantes asistirán a un auténtico ballet de colores deslumbrantes. Invadiendo los suelos, los reflejos del agua y las paredes, los colores deslumbrantes y potentes inundan el espacio y se funden con la arquitectura monumental de la Base Sottomarin. Al son de composiciones musicales, las obras cobran vida.
También llamado Viejo Burdeos, el barrio de Saint-Pierre fue antaño el puerto fluvial de la ciudad, donde atracaban los barcos cargados de mercancías antes de partir hacia las distintas provincias, habitado por los mercaderes que se instalaron en gran número en este barrio.
Los nombres de las calles aún evocan los oficios de antaño: rue des Argentiers (orfebres), rue des Bahutiers (comerciantes de cofres), rue du Chai des Farines (almacenes de grano). Hoy es una zona animada y bulliciosa, sobre todo por la noche, para salir por los mejores clubes de la ciudad.
No hay que perderse la Puerta de Cailhau, que data de 1495, su aspecto recuerda al de un castillo y en su día fue la puerta principal de la ciudad.
Situado al norte del casco antiguo, el barrio de Chartrons es una mezcla de clase burguesa y espíritu bohemio, y es uno de los barrios más Instagrammables de todo Burdeos, con maravillosas tiendas, boutiques y pintorescos escaparates.
Gracias a la remodelación de su arquitectura y sus bodegas, a la diversidad de sus actividades y al dinamismo de sus habitantes, ahora es un rincón pintoresco, una especie de Marais parisino donde las tiendas y boutiques de moda se mezclan con el aroma a jazmín y glicinas que recorre la fachada de las tiendas de antigüedades. Aquí se entrecruzan varias almas: las almas vintage de las tiendas de segunda mano y los anticuarios, las almas hipster de las cervecerías artesanales y las tiendas de nuevos diseñadores, hasta los restaurantes étnicos de todas las culturas y las pastelerías gourmet.
Todos los domingos, la cita ineludible es el mercado de Chartrons, en el muelle. Curiosea entre los 60 puestos, antes de hacer un picnic a orillas del río, tras un paseo con una vista impresionante de la orilla derecha.
Con sus inconfundibles arcos de color rojo, el Puente de Pierre es uno de los símbolos de Burdeos y desde aquí podrás admirar una de las vistas más encantadoras de la ciudad. Especialmente impresionante al atardecer y por la noche, cuando está totalmente iluminado, durante mucho tiempo, unos 150 años, fue el único enlace entre las dos orillas del Garona.
Inaugurado en 1822 y construido a instancias de Napoleón I, el puente tiene 17 arcos, en homenaje al número de letras del nombre de Napoleón Bonaparte. Hecho de piedra y ladrillo y caracterizado por la peculiaridad de tener huecos interiores, hoy tiene que competir con puentes móviles y decididamente más modernos, pero conserva un lugar especial en el afecto de los habitantes de Burdeos, que aprecian su indiscutible elegancia.
El interior del puente puede visitarse una vez al año, con motivo de las Jornadas Europeas del Patrimonio.
Construido por orden del mariscal Richelieu e inaugurado en 1780 con una obra de Jean Racine, el Gran Teatro de Burdeos está considerado uno de los más bellos del mundo.
Su estructura interior, compuesta principalmente por piezas de madera, garantiza una acústica casi perfecta. Consulta el calendario para asistir a una ópera en directo o puedes descubrirlo por dentro durante una de las visitas organizadas los miércoles y sábados por la tarde.
Con 12 hectáreas, esta explanada a orillas del Garona es también la plaza más grande de Francia. A la vez sobria y monumental, está en gran parte arbolada, perfecta para una pausa refrescante durante la cual podrás admirar las estatuas y columnas que la decoran.
Destacan el monumento a los Girondinos, dos enormes columnas rostrales y las estatuas de Montaigne y Montesquieu. Es un lugar animado donde se organizan regularmente diversos actos, como conciertos, ferias y mercados.
El Museo de Bellas Artes de la ciudad, que data de 1881, sólo es superado por el Louvre de París en cuanto a su rica colección de obras, divididas en dos grandes áreas, creadas entre 1400 y 1900 y clasificadas por orden cronológico.
Entre los diversos artistas presentes están Picasso, Matisse, Renoir, Tiziano y muchos artistas holandeses.
Para los aficionados a la historia, el Museo de Aquitania es una visita obligada en Burdeos. Es uno de los mayores museos provinciales de historia, con ricas colecciones de arqueología y etnografía que abarcan desde la prehistoria hasta nuestros días.
Podrás sumergirte en la rica y turbulenta historia de Burdeos y su región . En particular, te recomendamos la bien documentada sección sobre las rutas comerciales y la esclavitud. Además, el museo acoge regularmente exposiciones temporales y ciclos de conferencias.
Se trata del mayor mercado cubierto de Burdeos, abierto de martes a domingo, donde los puestos rebosan de exquisiteces de la región.
Puedes comprar productos alimenticios o degustarlos directamente in situ, en uno de los muchos cafecitos que hay en su interior.
Más allá del perímetro de la Unesco, donde el clasicismo se funde con el tejido urbano, los arquitectos actuales han podido dar rienda suelta a nuevas formas y a una arquitectura insólita. Las curvas ondulantes de la Ciudad del Vino son un ejemplo perfecto. Pero al otro lado del río, se ha desarrollado una nueva zona, una versión dinámica y moderna, caracterizada por la redefinición de su identidad cultural mediante una constante innovación arquitectónica.
Podemos citar La Méca17, un espacio artístico multifuncional y dinámico, obra extraordinaria del arquitecto danés Bjarke Ingels. Situado en los muelles de Paludate, el edificio se eleva 37 metros de altura y ofrece, desde su terraza al aire libre, una de las vistas más evocadoras de Burdeos.
O MMM, el Museo Marítimo18, diseñado por el arquitecto bordelés Olivier Brochet. El edificio constituye un conjunto monumental con una superficie total de más de 13.800 metros cuadrados, en 7 niveles sucesivos, y se eleva hasta una altura total de 45 metros. Apoyándose en una rica colección de obras de arte, objetos marinos y maquetas de barcos de todas las épocas, recorre la historia de las técnicas de navegación y despliega en el espacio la riqueza de los conocimientos puestos al servicio de los navegantes de todo el mundo a lo largo de los siglos.
O el Gran Arena19 descrito por el propio arquitecto como un edificio funcional y bello en sintonía con su época, que junto con la obra de Corbusier Cité Frugès20, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, enriquece los suburbios de la ciudad.
También pertenece al nuevo Burdeos el ecosistema Darwin, una ciudad dentro de otra ciudad. Este ambicioso proyecto urbano ocupa un antiguo cuartel rehabilitado en la orilla derecha: es una experiencia sociológica sin precedentes, difícil de resumir, pues reúne proyectos innovadores y funciones diferentes.
Darwin es un lugar vivo: la gente trabaja allí, viene a comer (ecológico, por supuesto), a tomar una copa, a pasear, a leer libros, a descubrir obras de arte callejero, a experimentar espacios para niños donde incluso los animales se crían con cariño. Darwin es un lugar rico, creativo, alternativo, animado y estimulante.
Junto a magníficas obras de arte callejero que ocupan enormes muros, hay zonas para practicar deportes urbanos como el monopatín, la BMX y el patinaje, tiendas de antigüedades y de segunda mano, huertos, granjas y apicultura, cervecerías artesanales, el mayor bistró ecológico de Europa, cafeterías, librerías y tiendas hipster.
Como todo buen pueblo que se precie, Darwin ofrece regularmente entretenimiento para todos: conciertos, fiestas, exposiciones, proyecciones, competiciones deportivas. En resumen, un paraíso para familias, jóvenes y amantes de la cultura alternativa.
Puerto de todos los navegantes del mundo, este suburbio periférico de Burdeos acogió en el siglo XIX a los barcos más grandes que transportaban fruta y grano. Importante centro industrial, con sus diques flotantes y sus renovaciones, este lugar histórico siempre ha sabido conservar su identidad tan particular.
Cosmopolita y animado, el barrio sigue impregnado de este recuerdo popular y alberga dos almas. La del barrio de Bacalan, popular y convertido a lo largo de los años en un foco de arte contemporáneo, y la de Bassins à flot, que ha conseguido reurbanizar toda la zona mediante una arquitectura moderna, un barrio completamente dedicado al mar, al puerto deportivo y a las actividades portuarias.
De ahí la importancia de lugares como la Cité du Vin, la Base de Submarinos, el Museo de la Ciencia, el Museo de la Marina y también las Vivres de l’Art y las Halles de Bacalan, una auténtica joya culinaria bordelesa, sede de unos 24 productores locales del suroeste, que te permitirán degustar sus productos in situ.
Le MUR de Burdeos es un nuevo espacio de expresión artística situado en el contexto urbano, que infunde a la ciudad un aspecto estético, poético y cultural.
Se trata de un muro de 35 m² que se renueva aproximadamente cada mes con obras de artistas internacionales, figuras emblemáticas y jóvenes talentos que toman prestado de las vallas publicitarias su formato y sus rituales.
Este muro lo pone a disposición la asociación Polo Magnético, cuyo objetivo es hacer accesible la cultura estética al espacio público a través de eventos, proyectos innovadores y exposiciones urbanas.
En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de los principales lugares de interés de este artículo
Apodada durante mucho tiempo la Bella Durmiente por su tranquilidad, Burdeos ha despertado en los últimos años e incluso ha sido elegida la ciudad “más de moda” en 2017 por Lonely Planet.
Mundialmente conocida como capital del vino, Burdeos cuenta con una oferta de alojamiento tan amplia que te resultará difícil elegir entre hoteles de lujo, Bed&Breakfast y apartamentos de todo tipo.
El centro de la ciudad es el corazón histórico de Burdeos y es el lugar ideal para dormir. No faltan ofertas de alojamiento, aunque los precios son más caros. Es sin duda el barrio más turístico, pero también el más cómodo para visitar los principales monumentos y museos.
Situados al norte del centro histórico de Burdeos, los Chartrons se extienden a lo largo del Garona. Es el barrio bobo o bohemio de Burdeos y, con mucho, uno de los más animados y característicos de la ciudad. Entre bares de moda, anticuarios y tiendas de productos ecológicos, encontrarás un ambiente encantador. Aquí surgen hoteles de todos los estilos, desde hoteles de lujo a pintorescos B&B, con precios muy inferiores a los del centro.
Auténtico pulmón verde de Burdeos, La Bastide ha experimentado una metamorfosis urbana: hoy alberga el Jardín Botánico y es un barrio ideal para alejarse del bullicio bordelés. Al estar al otro lado del Garona, la oferta de alojamiento está un poco menos repartida, pero las tarifas son asequibles, gracias a su situación ligeramente apartada. Aquí se concentra el Burdeos hipster y alternativo, que encuentra su máxima expresión en el centro de Darwin.
Meriadeck es un barrio situado al oeste del centro. Es la zona comercial, enclavada entre edificios históricos como la Catedral de Saint-André y la Tour de Pey-Berland. El imponente Palacio Rohan, actual ayuntamiento, completa este barrio atípico. La oferta de alojamiento es más limitada, pero los hoteles son más baratos que en el casco antiguo.
Bassins à Flots representa una de las zonas más modernas de Burdeos: situado a orillas del río Garona, el barrio se integra en el circuito del Burdeos moderno, sobre todo desde el punto de vista arquitectónico. Aquí se encuentran los hoteles más modernos de la ciudad.
La forma más rápida y barata de llegar a Burdeos es en avión. De hecho, la ciudad francesa está conectada por vuelos directos desde muchas ciudades españolas, con conexiones de bajo coste que operan todo el año hasta el aeropuerto de Burdeos.
Una vez que aterrices en la capital del vino, una lanzadera te llevará sin escalas a la estación de tren de Burdeos en sólo 30 minutos. Alternativamente, si también quieres visitar la región circundante, puedes considerar la posibilidad de alquilar un coche.
¿Qué tiempo hace en Burdeos? A continuación se muestran las temperaturas y el pronóstico del tiempo en Burdeos para los próximos días.
Los siguientes son los tickets y tours más solicitados en Burdeos que le recomendamos que no se pierda.
Famosa por sus prestigiosos vinos, Burdeos es una ciudad portuaria a orillas del río Garona, en el suroeste de Francia.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.
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