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Rusia espera reafirmar su poder en el espacio con el lanzamiento de Luna-25

Rusia está apostando fuerte con la planificación del lanzamiento de su primera nave hacia la la Luna desde 1976. Después de décadas de fracasos en sus misiones espaciales, y en un momento en que la guerra en Ucrania la ha convertido en un paria en la escena internacional, Moscú aspira a volver a ser un actor importante en la conquista del espacio y a consolidar una alianza con China. Análisis de una carrera espacial en plena reconfiguración.

Un lanzador Soyuz con el módulo de aterrizaje Luna-25 se instala en la plataforma de lanzamiento del cosmódromo de Vostotchny, en el Lejano Oriente ruso, el 8 de agosto de 2023, con vistas a su lanzamiento el 11 de agosto de 2023.
Un lanzador Soyuz con el módulo de aterrizaje Luna-25 se instala en la plataforma de lanzamiento del cosmódromo de Vostotchny, en el Lejano Oriente ruso, el 8 de agosto de 2023, con vistas a su lanzamiento el 11 de agosto de 2023. via REUTERS - ROSCOSMOS
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El 12 de abril de 1961, el cosmonauta ruso Yuri Gagarin realizó el primer vuelo tripulado al espacio, poniendo a la URSS a la cabeza de la carrera espacial. Con este logro, el gigante soviético demostró el poder de su modelo frente a su rival estadounidense. Seis décadas después, Rusia espera destacarse nuevamente en el ámbito espacial con el lanzamiento el viernes 11 de agosto de Luna-25, una sonda de aterrizaje destinada a posarse en la Luna.

La agencia espacial rusa Roscosmos afirmó que un lanzador Soyuz fue “ensamblado” en el cosmódromo de Vostochny, en el Extremo Oriente ruso, para el lanzamiento de Luna-25, que debe aterrizar cerca del Polo Sur de la Luna, en un “terreno complejo”. El vuelo debería durar entre cuatro y cinco días y medio”.

¿Su misión? “Tomar muestras, analizar el suelo, llevar a cabo investigaciones científicas a largo plazo”, según el comunicado de la agencia espacial rusa.

“Luna-25 forma parte de un programa que prepara alunizajes”, resumió Xavier Pasco, experto en asuntos de política espacial y director de la Fundación para la Investigación Estratégica. "Con este programa, los rusos quieren mostrar que están en la competencia, a pesar de la situación en Ucrania en la que parecen estar atrapados”.

Un proyecto igual que una serpiente marina

Con Luna-25, Rusia jugó a otro nivel. Este es su primer lanzamiento de una nave a la Luna desde 1976, en un contexto muy diferente de los tiempos de esplendor soviético. Minada por deudas y corrupción, Roscosmos tuvo dificultades para llevar a cabo sus proyectos. Su último fracaso público fue en febrero pasado, con la fuga de líquido de enfriamiento de una nave Soyuz.

La misión Luna-25 en sí misma es un proyecto que se asemeja a una serpiente de mar: diseñado en 1997 en los despojos de la Unión Soviética, su lanzamiento estaba previsto para la década de 2010, pero enfrentó reveses continuos. “!Ya no sé cuantos lanzamientos de Luna-25 se han planeado!”, confesó René Pischer, representante de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Rusia.

El proyecto espacial ruso también enfrentó los sobresaltos más recientes de la historia. Inicialmente involucrada en el lanzamiento de Luna-25, así como Luna-26 y sobre todo Luna-27, una ambiciosa misión de explotación científica de los recursos lunares, la Agencia Espacial Europea (ESA) puso fin a toda colaboración después de la invasión de Ucrania en febrero de 2022.

René Pischer describió: “En Luna-27, proporcionábamos dos cosas: ayuda para la perforación y herramientas de navegación que ayudan a lograr un aterrizaje lo más preciso posible”. La ruptura entre las dos organizaciones también afectó gravemente a ExoMars, un programa europeo ambicioso de exploración del planeta rojo.

Hoy en día, la colaboración europea con Rusia solo existe en forma de vestigios. “El nivel de actividad en Rusia es mucho menos”, señala René Pischer. Queda la colaboración en torno a la Estación Espacial Internacional y la retirada de equipos relacionados con la misión ExoMars. Es triste”.

La joya del legado soviético

Entonces, ¿sin la ayuda de Europa, cuáles son las posibilidades de éxito de la misión Luna-25? "Hasta ahora, el sector espacial ruso sobrevivió gracias a la cooperación internacional”, comentó Isabelle Sourbès-Verger, geógrafa y directora de investigaciones en el CNRS, especialista en análisis comparado de políticas espaciales nacionales.

La agencia rusa se acostumbró a utilizar componentes de origen estadounidense o europeo. Necesita recuperar esa capacidad. Por lo tanto, será interesante ver el resultado de ese lanzamiento: es una misión difícil y complicada en el Polo Sur de la Luna, y ha pasado mucho tiempo desde que Rusia tuvo éxito en una misión espacial de exploración.

En caso de tener éxito, Rusia retomaría simbólicamente su pasado. Nombrada en honor a una ilustre serie de misiones soviéticas, Luna-25 lleva abiertamente ese legado. “Vladimir Putin nunca ha estado apasionado por el espacio, pero forma parte de las joyas del legado soviético”, subrayó Isabelle Sourbès-Verger. "Es uno de sus grandes ámbitos de prestigio, junto con lo nuclear”, agregó. 

En abril de 2022, durante una visita al cosmódromo de Vostochny, el líder ruso recordó que la URSS logró enviar a Yuri Gagarin al espacio en 1961 a pesar de las “sanciones totales” impuestas contra ella.

Una mujer filma un monumento al cosmonauta soviético Yuri Gagarin en el Museo Nacional de Cosmonáutica de Moscú, el 9 de abril de 2021
Una mujer filma un monumento al cosmonauta soviético Yuri Gagarin en el Museo Nacional de Cosmonáutica de Moscú, el 9 de abril de 2021 Kirill KUDRYAVTSEV AFP

Para recuperar su lugar en el centro del juego espacial, Rusia puede contar con un viejo aliado: China, que se ha convertido en un actor importante en la conquista espacial, Beijing planea instalar conjuntamente con Moscú una estación permanente en la superficie de la Luna.

Una alianza forjada desde hace mucho tiempo, desde el final de la Unión Soviética y fortalecida desde 2014 como respuesta al empuje estadounidense. Estados Unidos sigue siendo, con mucho, el país que destina más recursos a la exploración espacial, y la participación de actores privados como SpaceX de Elon Musk o Blue Origin de Jeff Bezos intensificó la competencia en la carrera espacial.

“El gran tema en el espacio es el regreso a la Luna”, afirma Xavier Pasco. "Al enfocarse en esta actividad, Rusia está enviando un mensaje geopolítico. Por ahora, es un asunto científico y pacífico, pero este tipo de programa importante, que nos mantendrá ocupados durante los próximos 30 años, probablemente terminará teniendo aspectos más políticos”.

Frente a esta reconfiguración que parece tensar las relaciones entre bloques, es difícil ver dónde se encuentra la colaboración internacional. Desde la caída del bloque soviético, el espacio seguía siendo una de las pocas áreas de cooperación entre rivales geopolíticos; Estados Unidos, Rusia y Europa trabajaban juntos en la Estación Espacial (ISS). Esta se encuentra llegando a su fin, y Rusia ya ha anunciado su retiro de la ISS después de 2024. ¿El fin de una era?

Pero no tan rápido. Isabelle Sourbès-Verger matizó: “Tuvimos el período de la carrera espacial hasta 1970, luego en un período de cooperación, con la desaparición de la URSS y la recuperación de los recursos rusos. En 2025 0 2030, se acabará, y varios programas nacionales se desarrollarán de manera independiente. Pero no significa el fin de toda solidaridad”.

"Los vuelos tripulados, misiones costosas con logística compleja, solo pueden llevarse a cabo en equipos, especialmente en caso de misiones a Marte", señaló. “Es necesario mantener esta solidaridad terrenal frente a la dificultad del desafío”.

 

Este artículo fue adaptado de su original en francés

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