Arquitectura sostenible

La responsabilidad con el planeta está presente en el sector constructor.

La sostenibilidad es un tema que cada vez está más presente en la arquitectura, y constituye una excelente carta de presentación para las nuevas edificaciones. Para el arquitecto Carlos Mauricio Bedoya, “sostenibilidad es hacer un buen uso de los materiales locales, es optimizar la energía eléctrica y el agua. ¿Por qué utilizar la potable para descargar sanitarios, por ejemplo, cuando se pueden recoger las aguas lluvias para este y otros usos?”, se pregunta.Por su parte, el ingeniero Alejandro Salazar afirma que una construcción, para ser sostenible, debe cumplir con varios aspectos que incluyan el planeamiento urbano, minizar el consumo de agua en duchas, cocinas, sanitarios, riegos de plantas, lavado de pisos y fachadas; además, trabajar en el tratamiento, manejo y uso de las aguas servidas no contaminadas.También, en el ahorro energético, buscando el bio-climatismo y los diseños traslúcidos, el manejo y tratamiento de residuos durante la vida útil de la edificación (alimentos, envases, papel, plásticos, etcétera) y en forma especial, el manejo de los escombros o residuos de construcción.Debe mejorar el clima interior de los edificios para evitar el uso de sistemas de acondicionamiento que consumen energía (diseños bio-climático), así como mantener y rehabilitar las viviendas existentes; utilizar nuevos materiales bajo el concepto de sostenibilidad. Asimismo, comprende “la elaboración de normas sobre materiales ‘no convencionales’, que en muchos casos son de uso antiguo y que fueron relegados en el mercado por los ‘nuevos materiales’ responsables de una alta huella de carbono, y por ende, contaminadores del ambiente”, complementa el profesional.Se debe hacer un análisis sobre el ciclo de vida de dichos materiales y de las construcciones, y definir la máxima huella de consumo energético aceptado por metro cuadrado de la edificación.De ahí que la construcción sostenible propone al sector edificador y de los materiales responder a un desarrollo a partir de aspectos ambientales, socioeconómicos y culturales. Una parte fundamental en este objetivo es el correcto manejo de escombros. De ahí que en la región se empieza a tomar conciencia de la importancia de reducir este tipo de materiales, así como de transformarlos para ser insumo de nuevos proyectos, como lo hacen con éxito en varios países. Todo, porque desarrollo sostenible significa: duradero en el tiempo, eficiente y racional en el uso de los recursos y equitativo en los beneficios.