A lo largo de su carrera política, los asesores del presidente estadounidense le han aconsejado en más de una ocasión que quizás debería considerar cambiar su nombre. De hecho, los tres.

Nacido en Hawaii -como finalmente prueba su controvertida partida de nacimiento- con el nombre de Barack Hussein Obama II, lo cierto es que el apelativo del 44 mandatario de Estados Unidos no es el más 'adecuado' para la diplomacia internacional.

Según recoge de 'The New Yorker', un consultor de medios aconsejó a Obama recuperar el nominativo de Barry, su nombre de pila de la infancia, que sonaba menos extranjero y más genuinamente americano.

Lo mismo pasa con su segundo nombre, con reminiscencias al ex dirigente iraquí Sadam Husein, capturado por las fuerzas estadounidenses en diciembre de 2003 bajo el mandato de George W. Bush y ejecutado en la horca tres años más tarde.

Y qué decir del gran parecido entre el apellido del presidente y el primer nombre del líder de Al Qaeda, quien este domingo fue abatido en una 'fortaleza' a las afueras de la capital pakistaní por los Navy SEAL.

Siguen los errores

En los últimos años, estas similitudes han dado lugar a todo tipo de confusiones ortográficas y bromas varias, como sucedió en las presidenciales de 2008, cuando, aparentemente por un 'error involuntario', apareció en las papeletas del condado de Rensselaer, en Nueva York, la opción de votar a 'Barack Osama'.

Hoy, una vez fallecido Bin Laden y ante el 'boom informativo', los errores siguen estando al orden del día. Este mismo lunes el portavoz del Gobierno de la canciller alemana confundió en 'twitter' los nombres.

"Obama es responsable de la muerte de miles de inocentes y ha ultrajado los principios del Islam y de todas las religiones", escribió Steffen Seibert, quien tras apercibirse de su error borró el mensaje.

El 'merchandising' no se ha hecho de esperar y ya están disponibles en la calle la venta de camisetas con el juego de palabras: 'It took Obama to catch Osama'.

Más allá de consejos, el presidente estadounidense ha rehusado cambiarse el nombre con el que se alzó primero como senador de Illinois y posteriormente con el mando del Despacho Oval.

En las dos ruedas de prensa que ha ofrecido tras darse a conocer la muerte de Bin Laden, un orgulloso Barack Hussein Obama II ha dejado claro que 'se ha hecho justicia' y 'no hay nada que no podamos hacer'.