Se alimentan, principalmente, del popó de animales que consumen plantas como base principal en su dieta. Y les gusta, así no suene muy apetitoso. El cucarrón pelotero, o estiercolero, es un insecto de vital importancia para nuestra existencia.
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Con paciencia reúne el popó de algún animal, como una vaca, y lo amasa en pelotas que, luego, remolca cuidadosamente hasta su nido. La fuerza de su cuerpo es impresionante, ya que puede mover bolas de estiércol de hasta 200 veces su peso.
Una vez en su hogar, deposita sus larvas al interior del popó, convirtiéndolo en una especie de vientre para una reproducción exitosa. Allí dentro, se alimentan de una gran variedad de nutrientes, que resultan del proceso de digestión de los animales, y crecen hasta ser adultas.
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Pero, el proceso no es tan simple como nacer, alimentarse de popó, reproducirse y morir. Estos animales, que pertenecen a al orden de los coleópteros, que son aquellos que se alimentan de popó. Sí, no son los únicos.
Al ser animales que aprovechan los desechos que generan otros animales, contribuyen a su descomposición. Además, generan abono para el crecimiento de nueva vegetación, como el pasto que comen las vacas.
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Otros coleópteros, como las moscas, también contribuyen a esta labor. Sin embargo, por su tamaño y capacidad de carga, los escarabajos son de gran importancia para los ecosistemas.
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