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“El panorama está despejado”: Martha Pinto de De Hart

La presidenta de Camacol plantea una reingeniería a la entrega de subsidios.

David Mayorga
26 de junio de 2010 - 02:02 a. m.

Si hay un sector clave para la salud de la economía en general es el de la construcción. Su impacto en la generación de empleo es fundamental, un tema que de entrada será prioritario para el gobierno del presidente electo, Juan Manuel Santos.

Después de días turbulentos en años anteriores, el sector respira un aire de optimismo, según se desprende de este diálogo con la presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Martha Pinto de De Hart, quien, de paso, le envía algunos mensajes al nuevo gobierno sobre la necesidad de darles continuidad a algunas de las políticas ya existentes, incentivar a los municipios para que generen suelo urbanizable, insistir en los macroproyectos y hacerles una reingeniería a los subsidios.

¿Cómo está la salud del sector?

La veo muy bien. Pero no sólo la veo yo, tenemos un reporte de la Superintendencia de Sociedades que trata del riesgo de las constructoras, y concluye que es menor y que hoy son más sólidas. Si miramos todos los sectores, la construcción tiene una calificación de riesgo mejor que el promedio en el país.

¿Qué mensaje tiene para el presidente Uribe a un mes y medio del final de su mandato?

De agradecimientos. Estos ocho años de sus políticas públicas para la vivienda realmente cambiaron al sector. Como él bien lo dice, nos falta mucho, pero el avance es muy favorable. La seguridad democrática cambió el ánimo de las familias para invertir en vivienda.

La Corte Constitucional declaró inexequible el decreto de los macroproyectos de vivienda de interés social, ¿qué tanto los afecta esa decisión?

Eran entre 10 y 18 macroproyectos los que ya se venían desarrollando de buena manera. No estamos haciendo vivienda de interés social a gran escala como se necesita —unas 300 mil al año para suplir el déficit—, se encontró una fórmula como la de los macroproyectos, pero, desafortunadamente, hoy no la tenemos, Creemos que es necesario restituirla en el ordenamiento legal colombiano.

Camacol anunció una asesoría al próximo gobierno para presentar un nuevo proyecto que salve los macroproyectos, ¿cómo la llevarán a cabo?

Hemos hecho un documento con más de 20 instrumentos de política de vivienda para fortalecer la oferta, sobre todo en los segmentos de interés social e interés prioritario. Y también fortalecer la demanda desde el punto de vista del ahorro y de los subsidios. Es decir, estamos proponiendo instrumentos para que el nuevo gobierno desarrolle una política de vivienda exitosa. Uno de ellos es volver a llevar los macroproyectos al ordenamiento legal y primero conocer la sentencia porque no ha sido publicada, y a partir de allí subsanar aquellos aspectos que la Corte consideró inconstitucionales.

¿Por qué es tan importante esta medida para el país?

Los macroproyectos que estaban en formulación incluían la construcción de cerca de 180.000 viviendas, lo que equivale alrededor del 15% del déficit del país. Si cada dos o tres años lográramos impactar el déficit en ese porcentaje, estaríamos en camino de solucionarlo. Se calcula que una vivienda puede generar entre tres y cuatro empleos directos. Además, de esas viviendas, unas serían de interés prioritario (hasta $35 millones) y otras tendrían un tope mayor (de $70 millones), pero los macroproyectos también incluyen dotaciones comunales, parques comerciales y otros destinos.

¿Y cuánto vale toda la infraestructura que hay en los macroproyectos?

Allí se unen recursos del Gobierno central, de los municipios y también estaban participando mucho los departamentos para generar nuevos desarrollos urbanos en vías, servicios públicos, dotaciones comunales, instituciones educativas, etc.

¿Qué otros instrumentos han planteado?

Hemos propuesto desde la perspectiva de la oferta hacer una segunda generación de macroproyectos y trabajar para solucionar los escollos que han surgido para hacer renovación urbana. En el Plan de Desarrollo, el Gobierno dio el mensaje de que quería la renovación urbana, pero no existen las condiciones para que el sector privado quiera invertir. Los procesos son muy riesgosos, demasiado largos en el tiempo y muy poco atractivos. Desde el punto de vista de la demanda, proponemos que se haga una total reingeniería de los subsidios. Hoy en día estas ayudas se entregan y no se tiene en cuenta si la persona tiene la posibilidad de completar el valor de la vivienda con un crédito o si tiene los recursos para pagar el resto de la misma. Lo que está sucediendo es que hay un montón de subsidios que se quedan sin aplicar porque la gente no consigue la financiación.

¿Y qué proponen?

Proponemos una ventanilla única donde la persona haga los dos trámites al mismo tiempo, o sea que pida el crédito y el subsidio, de manera que cuando se le entregue tenga su cierre financiero para salir a comprar la vivienda y aplicarlo; de lo contrario, estamos dejando una cantidad de recursos públicos sin ejecución y sin que impacten realmente la economía. También proponemos el leasing habitacional o figuras similares. El leasing es un contrato de arriendo donde la persona, en un promedio de 15 años, paga una cuota de la cual una parte funciona como arriendo y otra para ir pagando su vivienda. Al final, sólo al final, se convierte en propietario de ella.

El Gobierno implementó medidas como aumentar el subsidio asignado por las Cajas de Compensación Familiar y el subsidio a las tasas de interés, las cuales terminan este año, ¿cómo los impactará?

Habíamos pensado que se podía reducir momentáneamente la demanda en cerca de un 20%, que fue lo que creció en los primeros meses de la medida. Sin embargo, hemos visto que el mejor comportamiento de la economía en general y la reducción considerable que se ha dado en el último año para las tasas de interés ha hecho que el temor de ese impacto desaparezca. De hecho, el crédito subsidiado no se está promocionando y las ventas del último trimestre se incrementaron en un 18% anual, que es maravilloso.

¿Qué perspectivas tienen para lo que queda del año y 2011?

Vemos un panorama despejado para este año y el que viene, desde el punto de vista de la solidez del sector, por la demanda existente. Pero nos preocupa un poco el suelo. Hay demanda, pero el problema para satisfacerla es encontrar suelo urbanizable, algo que depende de los municipios. Tenemos que ser muy proactivos en el gremio y también en el nuevo gobierno para incentivar a los municipios a que generen suelo urbano. Porque son los alcaldes y los consejos los únicos que lo pueden hacer. Eso se puede lograr dando incentivos, que es otro de los instrumentos que proponemos, poner a concursar a los municipios para que el que tenga mejor gestión de suelos pueda acceder a más recursos.

¿Y cómo ve el futuro de la economía en general?

Vemos que hay un comportamiento sano, que la economía está creciendo, que la inflación está a la baja, lo que hace que el Banco de la República mantenga las tasas bajas. Las condiciones para la compra de vivienda están estupendas.

Por David Mayorga

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