viernes
7 y 9
7 y 9
El planeta está enfermo, no hay duda. De ahí que sea necesario hacer una pausa, reflexionar y buscar soluciones. Es un ejercicio a todo nivel: desde el ciudadano común hasta las grandes industrias. ¿Cómo hacer que nuestras acciones tengan un impacto positivo en el medio ambiente?
Para conocer cómo se puede lograr este imperativo a través de la construcción sostenible, PROPIEDADES habló con el arquitecto constructor Carlos Mauricio Bedoya, magíster en Hábitat y consultor en proyectos de construcción sostenible.
Revista PROPIEDADES: ¿Qué es construcción sostenible?
Carlos Mauricio Bedoya: "No me gustaría darles una definición como tal sino contar qué persigue en sí la construcción sostenible. Eso se da con un buen ejemplo.
"En una ciudad como Medellín, donde podemos tener lotes con buenas corrientes de aire y una óptima iluminación durante todo el año, no tiene sentido construir un edificio encerrado, acristalado, que se niegue a estas condiciones y por ello tenga un alto consumo en equipos mecánicos de aire acondicionado solo porque para causar cierto impacto estético se está sacrificando lo elemental que son las condiciones del entorno.
"La construcción sostenible lo que persigue no es manipular a su antojo las condiciones del lugar para satisfacer un proyecto estético sino entender primero el entorno. Luego el arquitecto deberá dialogar con esas condiciones que rodean el proyecto.
"También busca que no impactemos tanto en el uso de los recursos naturales. El concreto, los prefabricados que utilizamos, >> la mayoría de estos materiales tienen una huella ecológica de alto impacto porque, generalmente, son a partir de materias primas no renovables y fuera de eso la disposición después es muy difícil.
"Una de las premisas, no solo en construcción sino en cualquier sistema sostenible, es minimizar la generación de residuos. Pero además, si se generan, porque puede ocurrir en ciertos procesos, que se tenga la capacidad de entenderlos como materias primas.
"Es así como en construcción sostenible volvemos a valorar la tierra como material de fabricación, así como la guadua, los costales, esa es la riqueza nuestra. Además de condiciones perennes de lluvia, de viento y de sol que son una fortaleza.
"En síntesis, la construcción sostenible no es cosa del otro mundo, es simplemente sentido común".
RP: ¿A qué responde el apogeo de la sostenibilidad? ¿Por qué hoy todos quieren hablar de construcción sostenible?
CMB: "En 1987, durante la Asamblea de las Naciones Unidas, se acomoda el término de desarrollo sostenible. Esto marca un hito porque le da visibilidad a la crisis ambiental.
"En la Cumbre de Río de 1992 nos dimos cuenta de que esa crisis se deriva de lo que hacemos en las ciudades. Y ¡oh sorpresa! cuando a mediados de los noventa vimos que el renglón económico que más estaba contaminando era la construcción.
"En el más reciente encuentro ambiental realizado el año pasado en Marrakech, Marruecos, se dijo que el sector es el de más alta contaminación y, por ende, el más duro de atacar. Allí es donde se deben volcar la mayoría de esfuerzos.
"Con el tiempo hemos ido madurando el discurso de la construcción sostenible. Nos sentimos muy contentos las primeras veces que pudimos demostrar con cifras que no solo social y ambientalmente había beneficios sino también económicos".
RP: ¿Qué condiciones debe tener una edificación para ser considerada sostenible?
CMB: "Una construcción se puede declarar sostenible cuando utiliza materiales que son extraídos de una manera reflexiva con el ambiente. Ahí es donde gana mucha fuerza el término de ecomateriales, que no son otra cosa más que materiales de bajo impacto. Por ejemplo: cómo cuando se mueve un lote la tierra se utiliza no como residuo sino como material de construcción. O cómo las cenizas que bota una industria se pueden volver cemento. Otros ecomateriales son los concretos reciclados, polímeros reciclados, maderas que sean producidas de manera sostenible. No hay un material ni un diseño de oro para la construcción sostenible, hay que mirar el contexto.
"Otro componente es el uso eficiente del agua y de la energía eléctrica, ligado a un buen diseño. La ley 373 de 1997 para el uso eficiente del agua obliga a que todo lo que sean grifos que se utilicen en una vivienda tengan dispositivos ahorradores de agua. Captar aguas lluvias es otra de las posibilidades. Si se está en un lugar que tiene una periodicidad de lluvias aceptable, no conectar todas las redes a las empresas prestadoras de servicios públicos sino mirar la opción de alimentarse con aguas lluvias que se recogen, se mantienen bien tratadas y se utilicen en oficios como vaciar los baños, trapear, lavar, etc.
"La eficiencia energética se logra desde el diseño para aprovechar la mayor parte posible del día la iluminación natural, mas no la luz directa.
"Lo que es una gran fortaleza para nosotros que es el sol, también pasa a ser una debilidad y es que nos da cáncer muy fácil porque aquí los rayos no dan laterales sino perpendiculares.
"Lo que hay que buscar es cómo captar toda esa cantidad de luz solar sin necesidad de meterla al espacio, sino una luz difusa. Y si se necesitan equipos hacer que estos sean lo más eficientemente posibles".
RP: ¿Es más costosa una construcción sostenible?
CMB: "Si vale más que una construcción tradicional tiene que demostrar que la rentabilidad o la tasa interna de retorno sea rápida y atractiva. Si vale lo mismo, ¡Eureka!, también se puede dar, además con todos los beneficios que traen este tipo de construcciones".
RP: ¿Es posible que una construcción tradicional incorpore componentes de sostenibilidad?
CMB: "Claro, de hecho hay algo que en los últimos años vimos que era muy bueno y es la rehabilitación sostenible de edificaciones.
Un ejemplo: en un edificio de 60 apartamentos estos tienen inodoros que consumen 20 litros por descarga.
Uno puede analizar qué implica cambiar esos 60 sanitarios por inodoros de doble descarga que gasten 4 litros para hacer lo mismo.
"Aunque obviamente será más difícil, todo proyecto es susceptible de ser analizado para que tenga parámetros de sostenibilidad".