Próxima línea del Metro de Medellín se estrenará en diciembre en Quito

En asocio con la francesa Transdev, la empresa paisa le ganó el pulso al metro de Sao Paulo y operará el primer sistema masivo de Ecuador.

El metro de Quito será el primer sistema masivo de Ecuador. Se estrenará en diciembre con 15 estaciones, 18 trenes y la expectativa de movilizar 377.000 pasajeros diarios. FOTO efe
Medellín fue guía en Cultura Metro para el metro de Ciudad de Panamá desde 2009. FOTO cortesía

Aunque sus líneas férreas, tranvías, buses y metrocables se mueven solo en el Valle de Aburrá, el Metro de Medellín hace rato traspasó fronteras y puso sus banderas en varias capitales latinoamericanas, sin embargo, apenas ahora logró el hito más importante en esa ruta de experiencia internacional: operará, junto con una empresa francesa, el metro de Quito, Ecuador.

El hecho no es menor. En sus 27 años de operación comercial, la empresa de transporte antioqueña había hecho pinitos con acompañamientos, asesorías y estudios en ciudades capitales colombianas, pero el mapa rápidamente se amplió y desde hace 15 años llegó con su conocimiento a Río de Janeiro, San Juan de Puerto Rico, Ciudad de Panamá, Santo Domingo en República Dominicana y Lima.

Faltaba el gran salto: pasar de las asistencias técnicas a tomar las riendas de la operación de un sistema masivo de una capital latinoamericana. El debut será por la puerta grande: el metro de Quito, el primer sistema masivo de Ecuador, que se estrenará en tres meses con 15 estaciones, 18 trenes y la expectativa de movilizar 377.000 pasajeros en un día típico laboral.

“Seguimos abriendo puertas. Ahora se pone interesante por el socio francés que tenemos y las opciones por fuera de Latinoamérica. El sistema masivo de Medellín es reconocido por los metros del mundo, por los españoles, los franceses y los alemanes”, contó Tomás Elejalde Escobar, gerente del Metro.

Camino de cinco años

La construcción del metro de Quito comenzó en 2017. Se trata de una línea de 21,8 kilómetros (similar a la Línea A del metro de Medellín, que mide 25,8 kilómetros) y un costo de $91,8 millones de dólares por cada kilómetro construido. Hoy el avance general de la obra es de 98,4% y la Alcaldía de Quito promete el estreno en diciembre.

Después de la pandemia, la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito hizo una invitación a firmas públicas del mundo con experiencia ferroviaria para la operación.

El Metro de Medellín, que siguió el proceso de cerca por su presencia en la Asociación Latinoamericana de Metros y Subterráneos, se lanzó al charco y estableció una alianza con Transdev, una empresa francesa con 81.000 empleados en el mundo, presencia en 18 países de los cinco continentes y operación de buses, metros, tranvías, ferris, teleféricos y barcos. En Colombia opera los buses de Transmilenio de Bogotá.

“Nosotros aportamos nuestra experiencia de 27 años, la cercanía, el idioma y la Cultura Metro. Transdev aporta su experiencia internacional de conformar empresas en otros países y administrar los riesgos de una operación de este tipo”, contó Elejalde.

Esa alianza compitió con otras empresas del mundo y en la última etapa el pulso fue con el Metro de Sao Paulo (Brasil). La comisión de evaluación calificó las propuestas recibidas y esta semana, después de ajustes de último momento para cumplir con criterios contractuales internacionales, determinó que la mejor oferta era la del Metro de Medellín y Transdev. Ahora empezará la fase de negociación para firmar el contrato en la primera semana de octubre.

¿Qué implica para el Metro? El gerente Elejalde afirmó que la operación en Quito será manejable porque la mayoría de empleados —conductores y servicios en estaciones— serán ecuatorianos. El mantenimiento de los trenes no quedó incluido porque estarán vigentes las garantías de compra. El contrato tendrá una duración de seis años.

Entre ocho y diez personas se desplazarán a finales de año para las capacitaciones de centros de controles y estaciones y de forma definitiva quedarán entre cuatro y cinco directivos de la nueva empresa operadora.

Para el Metro será la oportunidad no solo de obtener ingresos adicionales que le permitan volver a salir a flote financiero después del golpe de la pandemia, sino que es la llegada a las grandes ligas de los sistemas masivos de transporte. Además, le permitirá conocer de cerca la operación de un metro subterráneo, que se sumará a las 10 líneas locales. El gerente Elejalde lo resume así: “La llegada a Quito nos abre las puertas del futuro”.