-Gracias Señor Presidente por mantener la unidad de la Nación-: Jorge Iván Ospina

-Gracias Señor Presidente por mantener la unidad de la Nación-: Jorge Iván Ospina

La convergencia del Consejo Comunal del Presidente Álvaro Uribe Vélez en el Centro de Eventos Valle del Pacífico, con la presentación del balance de gestión de sus ocho años de gobierno en materia cultural, por parte de la Ministra de Cultura Paula Marcela Moreno y la Muestra de las Mujeres Empresarias, fue el escenario propicio para que el alcalde Santiago de Cali, Jorge Iván Ospina Gómez, agradeciera al mandatario de los colombianos e hiciera un llamado de unidad por una nueva Nación.

A continuación transcribimos su discurso:
 
“Gracias Señor Presidente Álvaro Uribe Vélez por estar en el Valle del Cauca, en Santiago de Cali, en Yumbo; por llegar a nuestro territorio, que es un espacio sagrado al que todos amamos.

Estamos en el año del Bicentenario, ad portas de cumplir y conmemorar nuestro ciclo independentista y nacer como una Nación a puertas de reivindicar todos los elementos de la sociedad.

Hemos estado a expensas de múltiples tensiones. Tensiones de todo orden. Quizá desde nuestro mismo origen, cuando fuimos conformados a partir de la llegada de los españoles y acabamos con todo lo precolombino, nuestros pueblos fueron culturizados a sangre y fuego; la comunidad afro fue arrojada, traída y esclavizada en un proceso independentista forjado desde la guerra.

Hemos estado expuestos a muchas complejidades. Nuestra Nación colombiana ha visto fracturado su territorio en varias oportunidades. En la Gran Colombia, perdimos tres países. Después, desde los inicios del siglo XX, vemos que otro pedazo de nuestro territorio es otra Nación.

La más importante de las grandezas que se tiene en los últimos años de gobierno es que se ha evitado otra fragmentación de la Nación colombiana porque a partir de una política de seguridad impedimos que  el proceso nacional siguiera sufriendo rupturas totales, territoriales, rupturas donde la fuerza, la violencia y la mirada de unos hombres que piensan distinto, hubieran llevado al traste con nuestra Nación.

Es allí donde se reivindica el Bicentenario y se reivindica la seguridad democrática, donde se observa la importancia de la estrategia  de la Nación colombiana y de los hombres y mujeres de nuestro país  en ganar la guerra, lo cual constituye ante todo, comprender que  hombres jóvenes de nuestras Fuerzas Armadas caminan al frente y entregan su vida por  lo más sagrado: La Nación colombiana, a puertas del Bicentenario.

Por eso desde este sagrado espacio vallecaucano, yumbeño y caleño. Le decimos: Gracias Señor Presidente por mantener la unidad de la Nación y por identificar que ese era el camino estratégico a adelantar.

Pero no es el único camino estratégico que tenemos que adelantar. Nosotros tenemos otros lo suficientemente dinámicos para comprender que es casi una responsabilidad generacional  cumplir los mismos.

Uno de ellos, tan importante como la seguridad que privilegia nuestro territorio y une la Nación, es el camino a la cultura. Y ante todo porque no visibilizamos la cultura sencillamente como un elemento  de show, como un planteamiento artístico y una puesta en escena estética sin contenidos.

Ante todo incorporamos y comprendemos que la cultura es la oportunidad para nuestros procesos de identidad, de diversidad, de lo plural, de lo  pluriétnico, de la diferencia  total que somos lolos colombianos, los caleños y vallecaucanos.

La cultura es la oportunidad sine quanon para que podamos refrendar muy bien que somos un pueblo orgullosamente afro, orgullosamente mestizo, orgullosamente blanco y orgullosamente indígena. Y que nuestro proceso identitario no se puede convertir en una especie de victimización de nuestra cultura,  de un proceso xenofóbico o un proceso chauvinista.

Es ante todo reconocer, que somos una sociedad de colores. No me digan negro, díganme caleño que los caleños somos de colores. Eso lo puede decir un samario, un bogotano, un antioqueño, lo pueden decir todos porque nuestra mayor riqueza es nuestra diversidad.

La segunda apuesta estratégica  que nuestra Nación debe adelantar, es profundizar en estos espacios culturales. La que consolida procesos culturales que en el marco del Bicentenario no podemos delegar ni postergar porque es allí donde está la oportunidad bellísima de encontrar el futuro de nuestra Nación.

Es allí, en ese proceso bello, donde somos lo que somos, lo que ha permitido que tengamos unas ciudades más hipertróficas por la llegada masiva de inmigrantes y desplazados, que necesitan aceptarlos y forjar con ellos las nuevas identidades, un proceso que nos demanda a todos nosotros mucha inversión, pero también muchísima sapiencia para poder respetar lo distinto.

No tenemos que votar igual, no tenemos que pensar igual, solamente seremos grandes como Nación en la medida en que rectifiquemos nuestra fuerza cultural.

Quiero plantear Señor Presidente que en este proceso y en este escenario tan bello del Bicentenario, de la cultura y de la mujer, desarrollado en un Consejo Comunal donde se plantean las tesis, no es únicamente el espacio requerido para solicitar a nuestro Presidente una u otra tarea. Es el espacio requerido para que la palabra a través de la idea permita encuentros para consolidar la resistencia nacional a procesos homogéneos que nos hacen pensar igual.

Procesos que permitan construir de nuestra gastronomía, de nuestro clima y nuestro desarrollo, identidades que nos haga únicos en el mundo porque los colombianos tenemos la tarea de ser completamente distintos como Nación.

La responsabilidad que adelantando procesos culturales y de emprendimiento con nuestras mujeres y pensando en las fiestas del Bicentenario, anclemos una mirada distinta: la mirada con ojos de mujer, con ojos de artista, con ojos del que ha estado excluido y demanda inclusión.

Nosotros en esa acción nos encontramos con varias tareas. La primera es el Festival Petronio Álvarez a celebrarse en agosto, el cual une al pacífico colombiano en Santiago de Cali preservando el currulao y los violines caucanos, ve en las chirimías las posibilidades de los pueblos del norte del Cauca y del pacífico y que encuentra en la música la oportunidad para la industria cultural.

Allí hay procesos culturales que jamás debemos perder, como no tomar sino biche, tumba catres y las bebidas tradicionales del pacífico durante el Festival.

Hay otro escenario cultural en Cali que no tiene una música llegada de nuestra tierra sino que vino del litoral atlántico, de las natillas, entrando por el puerto de Buenaventura y pegó para quedarse: la salsa.

Somos un pueblo salsero, Presidente. Pero no miramos a partir de la salsa únicamente un elemento de fiesta. Construimos con 85 escuelas de bailarines de salsa una verdadera propuesta turística para la ciudad, tenemos en cada una de nuestras apuestas una rítmica, una manera de expresarnos desde nuestro cuerpo para  que propios y extraños comprendan que amamos la vida y que para nosotros la cultura es un espacio fundamental para la vida, para el respeto por la vida.

Queremos compartirle que este esfuerzo mayoritario que adelantamos en Cali con respecto a la cultura, se asocia a tareas de todas partes: nariñenses, huilenses, caucanos, tolimenses, bogotanos, que llegan a este territorio y tienen la tarea de hacer de Santiago de Cali y del Valle del Cauca un pulso vital para el progreso.

Estos momentos de agradecimiento para con nuestro Presidente es un agradecimiento sublime porque vamos a ser otra Nación, la que se forja desde las inversiones sociales, desde la protección de la vida y del respeto por la diferencia.

Muchas gracias.
William López Arango

Foto: Henry Martinez


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Fecha de publicación 27/06/2010
Última modificación 27/06/2010

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