Un viaje de 22 años: recorrido por la historia del metro de Medellín

El sueño del metro para Medellín comenzó en la década de 1950, cuando el Concejo municipal blindó las franjas de 50 metros en ambos lados del río Medellín para la construcción del sistema férreo. Pero solo en 1977 se realizó el primer estudio para construir un sistema de transporte que atravesara la ciudad, pero que uniera a Itagüí y Bello, y así quedaran conectados el sur y el norte.

Ese mismo año, la Asamblea de Antioquia aprobó la creación de la empresa y seis años después se abrió la licitación pública internacional. Fueron en total once propuestas y en noviembre de 1983 le fue adjudicada al consorcio Hispano-Alemán por un valor de 580 millones de dólares.

Pero el diseño tuvo ajustes y el costo ascendió a 643,5 millones de dólares. El 30 de abril de 1985 iniciaron las obras que tuvieron retrasos y una suspensión en 1989 por casi cuatro años, luego de los cuales reiniciaron tras la aprobación de la Ley Metro, que garantizó la financiación.

 A las 11:00 de la mañana del jueves 30 de noviembre de 1995, partió el primer tren de tres vagones; la inauguración corrió por cuenta del presidente de ese entonces, Ernesto Samper, y se convirtió en una fecha trascendental para los habitantes de una ciudad que había pasado los días más tristes por cuenta de la guerra contra el narcotráfico.

El sistema inició con dos líneas. La A, que atraviesa el Valle de Aburrá de sur a norte, y la B, que comunica el centro con el occidente de Medellín. Pero poco a poco, la red comenzó a crecer con los cables a Santo Domingo, un sistema que en Europa servía para el turismo pero que en Medellín permitió a los barrios más vulnerables mejorar su transporte.

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Luego llegó el metrocable en la comuna 13 y ya está en construcción otro en Miraflores; hace un par de semanas se aprobaron recursos para uno nuevo en el barrio El Picacho. Además, el metro se expandió en el sur con dos estaciones hasta La Estrella, cuenta con un tranvía hacia el oriente de Medellín y dos líneas de buses. Toda una revolución del transporte, que, de no tenerlo, la ciudad ya hubiera colapsado.

En 2016 el metro movilizó en promedio 1’565.000 pasajeros, quienes acortaron tiempos y ahorraron dinero porque basta con 2.400 pesos en la Tarjeta Cívica para recorrer todo el sistema. Los usuarios, valoran los servicios, aunque otros exigen más porque en horas pico, los vagos colapsan.

Por eso, en octubre de 2016 la empresa compró 22 trenes para completar una flota de 66 y así mejorar el servicio. Actualmente, el Metro adeuda cerca de 5 billones de pesos a la Nación, pero en estas dos décadas ha pagado más de 1.300 millones de dólares.

Medellín se convirtió en referente por un sistema sostenible, al que en los próximos años se podría sumar el Ferrocarril de Antioquia.