"Es complicado llevar el nombre de narcomodelo"

"Ella se tarda un poco", advierte el funcionario del penal de mujeres de Ezeiza, en Buenos Aires.

La espera es por Angie Sanclemente, la colombiana de 31 años sentenciada en Argentina por su participación en el tráfico de drogas y que probablemente será siempre conocida como: la "Narcomodelo".

El funcionario insinúa que la demora no se producirá por "razones de seguridad", sino por la preparación estética de la entrevistada.

Cuando aparece Sanclemente, la hipótesis queda confirmada. Llega peinada, bien vestida y fuertemente maquillada. A fin de cuentas es la ex Reina del Café, en su país natal. Pero a través de las grietas de la base cosmética se aprecian un rostro de alguien que lleva año y medio en prisión.

Detenida desde mayo de 2010, la colombiana fue sentenciada en noviembre pasado a seis años y ocho meses de prisión por ser el nexo internacional de una banda de narcotraficantes en Argentina, que buscaba enviar cargamentos a Europa a través de México.

Sanclemente, quien vivía en México, fue señalada de ser quien tenía los contactos con los carteles de ese país.

Ahora es parte de las cientos de extranjeras presas en Argentina, casi en su totalidad por delitos relacionados con el narcotráfico.

Aunque el caso de Sanclemente tiene dos diferencias fundamentales: la primera es que no fue sentenciada por mula sino por autora intelectual; la segunda es su nombre de "narcomodelo".

Estigma

"En realidad es complicado llevar ese sobre nombre de 'narcomodelo'", le dice Sanclemente a BBC Mundo, en una entrevista concedida en el penal. "Es un estigma que queda", agrega.

"Al principio me ponía muy brava por el tema de 'narcomodelo', pero hoy me da risa. Y todo empezó cuando a inicios del caso sacaron mi foto en ropa interior diciendo que era la jefa de una banda de narcos. Fue una payasada de un juez con un periodista (argentino)", señaló.

Dichas fotos, que explica fueron parte de la promoción de una película, desde entonces acompañaron cualquier información sobre su caso en los medios. Tanto en la prensa de índole espectacular como en los grandes medios.

Cualquier novedad en su caso aparecían sus fotos semidesnuda, independientemente de la información. Además de nuevos nombres como 'la Reina de la Coca' o 'Miss Narco'. "Parece que nunca me podían sacar con una foto donde saliera vestida", señaló.

"Lo que me cuentan los periodistas con que he hablado es que cuando se vieron las fotos (de ella en ropa interior) y surgió lo del narco hubo mucho interés", señaló.

"Supongo que es porque siempre el narco es como grande, gordito o feíto, mientras que una mujer con curvas llamativas llama la atención. Pero es algo amarillista", reflexiona.

Sanclemente dice no ser modelo. Ella se presenta como actriz. Según cuenta, fue la actuación su pasión, antes de ser hallada culpable por narcotraficante.

"Hice las fotos (en ropa íntima) para una película y se usaron para decir que soy una modelo. Las modelos miden 1,78m o 1,80m, con ojos azules o verdes y tienen rasgos preciosos. Pero yo en realidad soy chaparrita (pequeña), chiquita, ojos café, y una mujer muy normal".

Pero su caso llegó a ser tan llamativo que hasta la cadena estadounidense Telemundo realizó una mini serie basada en la historia de Sanclemente, en donde la protagonista crece en un mundo de pobreza y termina convirtiéndose en la poderosa jefa de un emporio de la droga.

En cambio, a esta mujer, nacida en Barranquilla, la detuvieron, acusaron y sentenciaron por un caso que empezó cuando arrestaron a una argentina con 55 kilos de cocaína en sus valijas en el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires.

Según las autoridades, Sanclemente, junto a su novio Nicolás Gualco, la familia de éste, y un amigo venezolano, habrían organizado todo.

Pero la actriz colombiana afirma: "no soy modelo, ni soy narco".

La vegetariana

Cómo ese antiguo estereotipo que acompaña a los presos, Sanclemente aprovecha cada instante de la entrevista para insistir en su inocencia.

"A mi me agarraron en un hostal para estudiantes con apenas 30 pesos (tras varios meses a la fuga). (…) los narcos no se manejan así, yo pienso que se manejan con bastante dinero y suntuosidad", afirma.

Pero el juez de la causa, Marcelo Ahuinsky, señaló a medios locales que "en este caso se probó que fue eficiente para detener a la línea media de la organización y seguir hacia arriba en la banda narco. Y es un mensaje a las bandas, que usan a las mulas como carne de cañón. Se rompe el mito de que no podemos llegar más arriba".

De hecho, al haber sido considerada autora intelectual, junto a otras cuatro personas, los jueces le dieron la pena máxima de casi siete años, pese a que la Fiscalía pedía cinco años de cárcel.

Sanclemente ahora lleva su sentencia en un espacio reducido, apartada del resto de la población penal, junto a otras seis mujeres.

Sus abogados pidieron esta deferencia, porque cuando ingresó a la penitenciaría fue agredida físicamente y hubo intentos de pedirle dinero por su notoriedad.

Ahora, aunque apartada de las actividades regulares, ella se cocina su propia comida -"porque soy vegetariana"-, escribe un libro y mira telenovelas con las otras internas.

Con constates referencias a la religión y a lo espiritual, Sanclemente asevera que "yo estaba en un mundo muy superficial y es como que me hicieron despertar. Esto es como un renacer para mí".

"Yo les diría a otras mujeres (que tengan el mismo perfil de actriz o modelo como el de ella) que se fijen bien en las compañías que tienen, porque la cárcel es terrible", agregó.