Las plantas endémicas son una de las mayores pruebas de que la diversidad biológica de México es motivo de orgullo nacional. Los primeros jardines botánicos nacieron aquí, lo mismo que la vainilla, el maíz, el aguacate o el chocolate, alimentos consumidos por todo el mundo.
Éstas son algunas de las plantas con flores, cactáceas y suculentas, árboles y orquídeas endémicas, que solamente se pueden encontrar en México (o tuvieron su origen en el país antes de expandirse por el mundo) y son una muestra de la riqueza natural.
Plantas endémicas en México
Las plantas endémicas son aquellas especies que habitan en un lugar determinado, aunque el término es relativo porque una especie puede ser endémica de un continente, un país, una región o un bioma.
La Euphorbia pulcherrima, también conocida popularmente como nochebuena, es una de las plantas endémicas más icónicas nativa de México y conocida en todo el mundo por sus flores de un rojo intenso y botones amarillos, aunque existe una variedad de al menos diez tonalidades distintas.
Su cultivo se lleva a cabo en prácticamente todo el país y es utilizada muy especialmente para decorar interiores durante la época navideña. En estado silvestre, es un arbusto que se mantiene verde y florece intensamente durante el invierno.
Una de las plantas endémicas típicas de México que posteriormente fue introducida en el resto del mundo es el cempasúchil. Sus botones amarillos, formados por decena de pétalos y su olor la hacen una especie inconfundible.
El cempasúchil crece en el centro, Golfo y el sur de México y su uso principal es durante las festividades del Día de Muertos, cuando se cultivan macetas de plantas pequeñas principalmente en la Ciudad de México, Puebla y Morelos.
Aunque las orquídeas son consideradas flores exóticas por la peculiaridad de sus hojas carnosas y colores intensos, existen miles de especies en todo el mundo, de las cuales 300 son endémicas de México.
La zapatilla de Venus (Mexipedium xerophyticum) es una orquídea endémica de Oaxaca, considerada muy valiosa por sus pétalos blancos y estambre rosado. Esta planta crece durante la primavera y el verano y se utiliza en la floricultura para confeccionar adornos.
El árbol de magnolia, conocido por sus flores blancas y delicadas crece en todo el mundo posee algunas variedades endémicas de México, que únicamente crecen en la costa del Océano Pacífico, específicamente en Narayit, Sinaloa y Jalisco.
Actualmente la magnolia pacífica se encuentra en peligro de extinción por su sobreexplotación debido a la calidad de su madera y es utilizada para tratamientos de medicina tradicional, además de floricultura.
Una de las plantas endémicas de México más amenazada y conocida por igual es el peyote (Lophophora williamsii). Esta cactácea es originaria de las zons desérticas al norte de México y además de su belleza y excentricidad, es conocida por sus ingredientes psicoactivos y su utilización ritual por pueblos prehispánicos.
Debido a su consumo indiscriminado por el turismo, los seis años que lleva madurar y su floración rosada en primavera, esta planta endémica se encuentra en grave peligro de extinción en México.
La belleza del Pelecyphora aselliformis, conocido popularmente como peyotillo por su parecido con el peyote, radica en la forma redondeada de la planta y las areolas que la recubren y le dan una apariencia hipnótica.
El peyotillo es endémico de San Luis Potosí y es posible cultivarlo en maceta, aunque su crecimiento y reproducción demoran años y requiere de una serie de cuidados meticulosos para desarrollarse.
El nopal es una especie íntimamente ligada a la Historia de México. Aunque la mayoría de sus variedades están ampliamente extendidas a lo largo del territorio nacional, nuestro país alberga al menos 78 especies de nopales endémicos que no pueden encontrarse en ninguna otra parte.
Entre ellas, resalta la Opuntia Streptacantha, una especie del centro de México más pequeña que el nopal común, que produce una tuna rojiza y azucarada de fácil descomposición.
La dalia es una flor que crece fácilmente en terrenos subacuáticos como lagos, lagunas y estanques, con un colorido único que va desde el rosa mexicano, pasando por el blanco y hasta el violeta.
De 43 especies conocidas de dalia, 35 son endémicas de México y crecen principalmente en Ciudad de México, Puebla, Estado de México y Puebla. Habitualmente se plantan en el invierno y alcanzan su máximo florecimiento en el verano siguiente.
De las 159 especies de la familia Agavoideae que existen en México, 119 son consideradas endémicas. El agave es una suculenta esencial en la cultura nacional y se cultiva desde la época prehispánica.
Las distintas especies de esta familia crecen tanto en el norte como en el sur de México. Además de utilizarse para producir bebidas con denominación de origen como el tequila y el mezcal, u otras como el pulque o el sotol, se fabrican fibras y edulcorantes.
Con una forma redonda recubierta de espinas, la biznaga es una cactácea tan bella como exótica y la mayoría de sus ejemplares son endémicos de México.
Sus flores rosas, violetas o blancas, además de las distintas formas de sus espinas las hacen un objeto de deseo entre amantes de los cactus y otras especies desérticas. Crecen en el Bajío y norte del país, especialmente en Querétaro, San Luis Potosí, Coahuila, Durango y Nuevo León.
Las plantas endémicas de México son hermosas, la prueba de que el país tiene una de las más preciadas y valiosas riquezas naturales.