Alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, abusivamente, le dice adiós a los toros en Cañaveralejo. La arremetida violenta de los gobernantes regionales y locales contra los toros debemos enfrentarla educada pero firmemente pues basta ya de ninguneo y de alcaldadas como la del médico Jorge Iván Ospina quien proclamó sin sonrojarse:

«Buenas tardes amigas y amigos: Estamos en en esta tarde de agosto en lo que fue la plaza de toros de Cañaveralejo. !!!Los toros adiós!!!. En adelante la cultura, la alegría, el encuentro ciudadano…»

Así, de un tajo, el alcalde del partido verde pretende pasar por encima de la Ley y la Constitución y mientras la bella capital del Valle está asolada por múltiples problemas, sociales, económicos, agravados con el Coronavirus, él va a LA PLAZA DE TOROS DE CAÑAVERALEJO (así no le guste a él) a acabar con las corridas.

Los toros adiós. «Lo que fue». ¿Cómo así, señor alcalde? ¿Qué atribuciones tiene usted para proceder tan abusiva y violentamente contra un sector de la sociedad como el nuestro?. De manera que porque somos minoría usted nos va a excluir, usted y su padre que buscaron mediante las armas su progenitor y usted en las urnas una sociedad distintas; usted, discriminado por su condición sexual y hombre de izquierda, ¿nos va a eliminar de la faz de la tierra?.

Siempre desde la legalidad, no lo vamos a consentir mientras la Ley y la Corte mantengan la libertad como guía de nuestras acciones,.

Señor alcalde, Jorge Iván Ospina: una plaza de toros es también, así usted no lo quiera entender, un centro de encuentro y de alegría. Y uso sus palabras.