Este día, 5 de junio, el mundo conmemora el “Día Mundial del Medio Ambiente y de la Biodiversidad”

Las dos principales razones por la que se instituyó en 1972 son: la destrucción observable del equilibrio ecológico en todo el planeta, y la formación de una conciencia sobre los grandes peligros que eso significa para la vida en general, y para la vida humana en particular.

Esto pudiera llevar a crear motivaciones entre las personas y entre los grupos sociales para tomar actitudes en favor del medio ambiente, de la protección de la biodiversidad de cada región, y para el “desarrollo sostenible”.

La biodiversidad es la base de toda la vida en la Tierra, y sin ella, la salud humana queda comprometida. Agua limpia, aire puro, alimentos nutritivos, todo ello depende absolutamente de la biodiversidad.

Hoy, en medio de la Pandemia, la Naturaleza nos ha dado un claro mensaje: se desarrolla mucho mejor cuando los humanos detenemos nuestra actividad y, por ende, la respetamos.

Las actividades humanas llevan décadas alterando el planeta, causando una pérdida de biodiversidad sin precedentes. El hielo glaciar se derrite, los arrecifes de coral se han reducido a la mitad y se han perdido grandes extensiones de bosque. Estamos al borde de una extinción masiva y si seguimos por ese camino, la pérdida de biodiversidad tendrá graves consecuencias para la humanidad. Podrían colapsar los sistemas alimentarios y de salud.

México tiene una Ley General del Equilibrio Ecológico y de Protección al Ambiente, que tiene por objeto “Garantizar el derecho de toda persona a vivir en un medio ambiente sano para su desarrollo, salud y bienestar”. Desafortunadamente es una ley poco conocida, y muchas veces a propósito ignorada por las grandes constructoras y empresas desarrolladoras, con el consiguiente desastre ecológico.

En esa misma ley se define el “desarrollo sostenible” como “un proceso evaluable mediante criterios e indicadores del carácter ambiental, económico y social, que tiende a mejorar la calidad de vida y la productividad de las personas, que se funda en medidas apropiadas de preservación del equilibrio ecológico, protección del ambiente y aprovechamiento de recursos naturales, de manera que no se comprometa la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras.”

Por todo lo anterior se comprende mejor el porqué las empresas deben desarrollar modelos ecológicos, los gobiernos han proteger las zonas cuya biodiversidad está en peligro, en las escuelas de todos los niveles los profesores deben educar en valores naturales, y una motivación urgente para que los jóvenes alcen la voz y de buena manera se movilicen por el sano futuro del planeta, que es su propio futuro.

Todo eso será posible si cada uno de nosotros, la generación mundial que ahora toma decisiones, personalmente, sin que importen nuestras particulares circunstancias, tomamos esa conciencia de los grandes peligros que significan la destrucción del medio ambiente y de la biodiversidad en el planeta.