La transformación de Medellín es un hecho concreto, un plan de desarrollo para la ciudad ejecutado con implicaciones que trascienden lo estético, que van más allá del paisajismo, el urbanismo y el ornato; es una metamorfosis estructurada sobre la base del cambio social y cultural, que involucra, no solo el diseño de proyectos que le den un aire de futuro a la comunidad, sino el uso de estos proyectos por parte de la sociedad, para motorizar ese cambio y generar un compromiso que haga de esa transformación un mecanismo sostenible de progreso protagonizado por todos los sectores, pero especialmente por aquellos más urgidos de un cambio.
Medellín es hoy un símbolo de innovación, una ciudad que, gracias a la unión de voluntades de distintos sectores de la sociedad, ha logrado encauzar su historia reciente de violencia hacia la esperanza, mediante la implementación de un plan diseñado a partir de sus conflictos.
A continuación (otros) cinco proyectos que debes visitar en Medellín para conocer su más reciente historia, una historia de esperanza que merece ser conocida y reproducida, pues constituye un ejemplo vivo del desarrollo de una ciudad, a partir de sus individuos, sus necesidades, costumbres y su necesidad de superación.
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1. Plaza Mayor: Centro Internacional de Convenciones
Ubicado en el sector Alpujarra, en el lugar que ocupaban las bodegas (primero del ferrocarril y luego del gremio de cafeteros), hoy se erige el imponente Centro Internacional de Convenciones y Exposiciones Plaza Mayor, un proyecto que plantea la evolución de la ciudad de modo abierto, en contraposición a la estética de los edificios discretos y cerrados, resultado de la inseguridad en la que fue sumergida la ciudad.
El proyecto, finalizado en 2005 y sintetizado como la Caja de Madera debido a su característica más resaltante, fue diseñado por los arquitectos Daniel Bonilla, Giancarlo Mazzanti y Rafael Esguerra como un espacio para ferias de gran capacidad al que se han adosado un salón de exposiciones y un centro de congresos y convenciones de más 31.000 M2 de construcción, para eventos de carácter nacional e internacional.
Su ubicación, delimitada por un lado por la avenida Ferrocarril, le permite formar parte de un conjunto de construcciones de gran atractivo arquitectónico como el Museo de Ciencia y Tecnología, el Parque de los Pies Descalzos, y el Teatro Metropolitano, conectándolos y conformando juntos una gran estructura con espacios bien diferenciados, pero interconectados por andenes, en la que confluye un gran número de visitantes en busca de opciones culturales y de ocio y entretenimiento.
Los dos principales volúmenes que destacan del proyecto, dispuestos en forma de L, se levantan sobre el nivel de la calle. La Caja de Madera, el ícono más emblemático del proyecto, es un cubo truncado recubierto por 470 listones de roble que reviste el proyecto a modo de celosía vertical y que hace sombra para favorecer el acondicionamiento térmico en su interior durante el día y por el que se cuela la luz que atraviesa por las noches su capa de vidrio y la hacen lucir como una gran luminaria para la ciudad, un símbolo de que hace alegoría a la esperanza.
2. Plaza de Cisneros
La Plaza Cisneros es la nueva cara de un espacio que forma parte de la antigua Plaza de Mercado, que fue marcado por el deterioro y el olvido en los años 70, tras un incendio, hasta su recuperación en 2002, a partir de la cual adquiere su estética actual.
Su nombre es un homenaje al ingeniero cubano Francisco Javier Cisneros, precursor del ferrocarril de Antioquia y está enmarcada por los edificios Vásquez y Carré, la Biblioteca EPM, la Estación del Ferrocarril y el Centro Administrativo Alpujarra, entre los que funge como punto de encuentro para los transeúntes y conector de los proyectos colindantes.
El diseño de la nueva plaza fue adjudicado al arquitecto Juan Manuel Peláez, tras un concurso convocado por la Sociedad Colombiana de Arquitectos, durante la gestión del alcalde Luis Pérez Gutiérrez, con el lema de “Medellín es luz, un poema urbano”, que dejaba clara la línea que debía perseguir el proyecto.
La obra consta de un gran bosque de luces de 300 postes con una altura de 22 metros, entre su base de concreto de 4 metros y 18 de estructura metálica, y que, en conjunto, iluminan la noche a través de los 2.100 reflectores que sostienen en sus astas.
A estas estructuras de luz las acompañan fuentes de agua, jardines de guaduas, que proporcionan sombra para hacer más confortable el espacio; pisos a desniveles y un juego computarizado de luces que emulan las fases lunares, el cual complementa el espectáculo lumínico del proyecto.
3. Planetario de Medellín
Inaugurado el 10 de octubre de 1984, el Planetario de Medellín “Jesús Emilio Ramírez” nace como una iniciativa para la difusión científica y astronómica, bajo un ambiente informal, lúdico e interactivo, en el que residentes y visitantes de la ciudad puedan, no solo aprender sobre el espacio exterior, sino fomentar la creatividad y el interés por el conocimiento científico.
Ubicado en la ruta educativa y cultural de la zona norte de Medellín, El Planetario alberga en sus inmediaciones proyectos como el Parque Norte, el Parque Explora, el Parque de Los Deseos y varias dependencias importantes de la Universidad de Antioquia.
Su construcción dio inicio en 1983, a cargo de la firma de ingeniería y arquitectura Óscar Botero, y fue diseñado por Marco Aurelio Baquero, quien planteó una combinación de clásicas construcciones alemanas, abocadas al estudio y observación del espacio, resultando en el planetario más moderno de Latinoamérica.
El proyecto de 4.100 m2 hoy cuenta con un domo con capacidad para 110 personas, en asientos reclinables desde los que observar simulaciones del cielo, visto desde cualquier lugar de la tierra, un auditorio para 200 espectadores, biblioteca, un aula didáctica, salas para exposiciones, una amplia terraza desde la que observar el firmamento a través de un telescopio y un observatorio privado. Su fachada sirve por las noches de pantalla para la proyección de material audiovisual relacionado con la astronomía y la ciencia en general.
Fue renovado en 2011, con el apoyo de la Alcaldía de Medellín y algunas sociedades astronómicas de la ciudad, buscando actualizar tanto su estética como su espectro de divulgación. El proyecto fue destacado en 2014 por la XXVI Bienal Colombiana de Arquitectura.
4. RUTA N
Medellín fue declarada la ciudad de la innovación en 2018 y el edificio Ruta N, centro de innovación y de nuevos negocios de la Alcaldía de Medellín, diseñado por los arquitectos Alejandro Echeverri y Emerson Marín, es una prueba concreta de este merecido reconocimiento. Se trata de un proyecto, ahora símbolo urbano de arquitectura moderna e innovación, ubicado en el norte de Medellín, que busca promover el desarrollo de nuevos programas para hacer crecer la ciudad en términos de tecnología, que brinden soluciones al bienestar social, no solo en la ciudad, sino a nivel internacional.
Ruta N es un proyecto con la mirada puesta sobre la cultura de la innovación, la gestión del conocimiento, gestión de redes, acceso a mercados, acceso a capital e innovación empresarial.
La obra hace parte de un complejo de edificaciones y espacios públicos como la Universidad de Antioquia, el Parque Explora, el Planetario y el Jardín Botánico, proyectos clave del eje de renovación urbana que la capital antioqueña se ha planteado como mecanismo para redirigir su rumbo hacia un futuro más esperanzador y promisorio.
Se trata de un edificio público coherente con su compromiso con el medio ambiente (con certificación LEED), en armonía con el espacio público, cuyas tres principales piezas dispuestas en forma de U, confluyen en un patio central, con un jardín de árboles tropicales que hace eco al bosque cercano del campus la Universidad de Antioquia.
Los tres volúmenes que componen el proyecto conforman un ecosistema de innovación, que permite ser penetrado a través de un zócalo en el que también se alojan restaurantes y locales públicos, además del vestíbulo y los auditorios. Cada edificio ha sido diseñado y construido para aprovechar la luz y la ventilación natural, por eso sus fachadas están compuestas por paneles que atenúan los rayos solares en su tránsito al interior y dirigen las corrientes de aire para mantener fresca su atmósfera en el corazón del edificio donde se gestan grandes ideas para la ciudad de Medellín.
5. Parque Biblioteca Fernando Botero
Un proyecto monumental ubicado en el corregimiento de San Cristóbal, que ofrece espacios para el reencuentro de la comunidad en torno a al conocimiento, el entretenimiento y la cultura.
El Parque Biblioteca Fernando Botero, construido en el año 2012, es un enorme cuerpo de concreto que parece emerger del paisaje, y cuya estética complementa, desde su majestuosidad, el lado urbano y residencial del espacio que busca transformar, mediante la revitalización cultural, educativa y social de un sector con necesidades urgentes y mayoritariamente de bajos ingresos.
El edificio alterna su apariencia exterior, monolítica y maciza, con detalles de la arquitectura local y espacios vacíos como cavidades, pliegues y perforaciones, que lo hacen permeable frente al contexto, y le permiten empatizar con el entorno y hacerse cercano a los habitantes de la zona y sus visitantes.
Su interior es una compleja estructura de perspectivas, luces y sombras, que transforman su diseño en espacios con límites difusos diluidos en la penumbra, que recrean una atmósfera de delicado claroscuro en su interior. El proyecto incluye sala de exhibiciones, teatro, escuela de música y danza, café/restaurante, talleres de artes plásticas, sala múltiple y ludoteca, todas conectadas por pasillos que regularmente albergan exposiciones itinerantes.
El Parque Biblioteca Fernando Botero es un diseño del arquitecto Orlando García, ganador de la XXIII Bienal Colombiana de Arquitectura, un concurso internacional promovido por la Alcaldía de Medellín y la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), cuyo objetivo se centró en el diseño de proyectos arquitectónicos, paisajísticos y urbanísticos para la ciudad. El uso casi austero de materiales y el revoque tradicional como elemento principal en su construcción le agregan al edificio el carácter sobrio y elegante que, en función de su concepto y objetivos, requería el proyecto.
Medellín es hoy, tras años de cruda violencia, una inspiración para el cambio en América Latina, el resultado admirable de un esfuerzo mancomunado que ha logrado entrar en el Top 10 Innovaciones Urbanas, un ranking seleccionado por el Foro Económico Mundial, que destaca los proyectos que centran sus objetivos en el bienestar social.
