Medellín se ha destacado en los últimos años por el espíritu incansable que empuja a sus residentes a sobreponerse a su historia de violencia, conquistando el bienestar, el progreso y la esperanza de la ciudad, mediante su transformación y el aprovechamiento de sus espacios, democratizándolos y convirtiéndolos en motores para la construcción de un futuro promisorio.
La evolución de la ciudad, evidenciada en proyectos arquitectónicos y urbanísticos, cuyos propósitos y conceptos buscan generar cambios profundos en el colectivo, mediante propuestas innovadoras tanto desde el punto de vista funcional como estético, y hasta filosófico, la hicieron merecedora del reconocimiento a “la ciudad más innovadora del mundo”, por parte de The Wall Street Journal, en el 2013, compitiendo con grandes ciudades como Nueva York y Tel Aviv.
Sus proyectos más recientes son una manifestación concreta del talante de la ciudad, decidida a avanzar hacia una profunda transformación, y una guía para quienes tienen en sus manos la labor de diseñar, construir y generar cambios estructurales por medio del ejercicio de la arquitectura.
Esta es la primera parte de un recuento en tres entregas de los lugares que se han convertido en símbolos de la transformación de Medellín hacia la modernidad, en términos sociales, culturales, científicos, pero sobre todo humanos, y que merecen ser reseñados y explorados por los visitantes de esta ciudad que ha encontrado en su propia transformación un camino para su reinvención.
Parque Explora
El arquitecto Alejandro Echeverri es la mente de esta obra cuya morfología está caracterizada por cuatro cajas rojas que conectan amablemente su interior con el entorno y cuyo norte ha sido desde sus inicios la democratización y divulgación de la información científica y tecnológica, a través de lúdicas salas experienciales en la ciudad de Medellín.
Con un área total construida de 17.889 M2, el edificio cuenta salas de experimentación como la sala infantil, destinada a niños hasta los seis años de edad, la sala de proyecciones 3D, una sala abierta en medio de de jardines nativos con un bosque de niebla, un zoológico con más 4000 especies, un acuario con cerca de 260 ejemplares de agua dulce y salada y un vivario con anfibios, reptiles y artrópodos, para lo cual fue necesaria la colaboración de arquitectos, diseñadores, científicos y acuaristas.
Este complejo finalizado en marzo del 2008, fue planteado no solo como plataforma de exhibición, sino también como un espacio que invita a contemplar la ciudad desde un nuevo ángulo.
La simpleza de sus cuatro cajas rojas, apoyadas sobre columnas metálicas, recrean un bosque artificial en medio del casco urbano de Medellín, que tienta a quienes se acercan a recorrer la atractiva obra de Echeverri.
“La simpleza en el diseño de Explora es tan potente que un niño puede dibujarlo en pocos trazos”. Alejandro Echeverri.
Orquideorama
El Orquideorama José Jerónimo Triana, del Jardín Botánico de Medellín, es un proyecto presentado por Felipe Mesa y Alejandro Bernal, del Grupo Plan B y Camilo Restrepo y J. Restrepo de JPRCR, para un concurso que en 2005 buscaba dar forma a una obra que se convirtiera en símbolo de la ciudad. Y eso lograron.
En medio de una gran reserva de especies de árboles y plantas nativas, se erige una estructura de teca, cuyas bases hexagonales repetidas emulan patrones de la naturaleza, como los presentes en los complejos tejidos vegetales. Es un proyecto de 4.200 M2, con un concepto abordado en dos niveles: uno que involucra al usuario en el diseño, haciéndolo transitar su estructura inspirada en observaciones microscópicas de la naturaleza; y la otra, permitiendo la comunicación con las especies naturales preservadas y expuestas en su entorno.
Su inusual y flexible diseño, envuelto en una atmósfera donde reina la vegetación y la tranquilidad, permite el aprovechamiento del espacio para eventos de grande, mediana y pequeña escala, brindando la privacidad necesaria, ajustada al tamaño de la actividad.
El Orquideorama, considerado un símbolo de renovación del Jardín Botánico de Medellín y de la propia ciudad, fue galardonado en el 2007 con el premio de arquitectura Lápiz de Acero y Lápiz de Acero Azul, un reconocimiento al proyecto más innovador.
Ampliación del MAMM
Tras ganar la convocatoria realizada por el MAMM para la ampliación de su reciente sede ubicada en los Talleres Robledo Ciudad del Río, las firmas de arquitectos 51-1 Arquitectos (Perú) y Ctrl-G (Colombia) fueron los encargados de diseñar los espacios aledaños que transformarían este museo símbolo inequívoco de la ciudad.
Esta obra de 7.220 M2, financiada con capital público y privado, buscará robustecer la experiencia del usuario en interacción con la estructura del edificio y a ampliar las oferta cultural, añadiendo espacios que trascienden a la mera contemplación cultural, mediante espacios de intercambio social, experimentación y esparcimiento, además de otras salas de exhibiciones, aulas múltiples, oficinas, taquillas, parqueaderos y una gran fachada como escenario para eventos al aire libre que conecta la obra con el espacio público.
La propuesta arquitectónica exhibe una estructura conformada por cajas volumétricas con acabados de concreto, dispuestas unas sobre otras, con paredes caladas, talladas y perforadas que, además de agregar texturas, permiten el aprovechamiento de la ventilación natural, la entrada de luz y los colores del exterior.
El resultado de la ampliación es una relación simbiótica entre lo nuevo y los antiguos Talleres Robledo, que permite diferenciar las etapas cronológicas del museo y la historia de su evolución, de cara a la ciudad.
Museo Casa de la Memoria
Creado en 2006, bajo la iniciativa del Programa de Atención a Víctimas del Conflicto Armado de la Alcaldía de Medellín, el Museo Casa de la Memoria es un espacio que pretende transformar la visión de la guerra, del conflicto armado y la violencia en la ciudad de Medellín, mediante la recolección, el registro y la exhibición de material sobre la historia de un conflicto que ha tocado de cerca la vida de las familias colombianas y que aún continúa cobrando víctimas en nuestro país.
El Museo Casa de la Memoria plantea la transformación de la ciudad, a través de sus propios actores, formándolos, concientizándolos e invitándolos a dialogar y en torno al conflicto, para generar un visión pacífica en la que las respuestas violentas ante los desencuentros sociales no tengan cabida.
Para ello, el arquitecto Juan David Botero propuso la intervención de un espacio público abierto de 21.620 M2, en la Quebrada de Santa Elena, con una zona que sirviera para la recreación y el esparcimiento en el exterior del proyecto, con diseño paisajístico, además de un teatro abierto sobre grama natural y una pantalla digital interactiva de agua. En el interior del proyecto, una estructura en forma de túnel de 3.800 M2, de recorrido descendente, que se propone reconstruir la memoria histórica del país y convertir las consecuencias de la violencia en aprendizajes sociales, mediante la transición de la oscuridad a la luz, en un recorrido que cuenta la historia de más de 40 años de violencia en el país.
Losas de concreto combinadas con un esqueleto metálico conforman la compleja cubierta de un corredizo que pareciera emerger del paisaje, y por la cual penetran la ventilación natural y luz indirecta, a través de vanos profundos con formas geométricas irregulares que evitan el recalentamiento del interior por incidencia de luz directa.
El Museo de La Memoria es un proyecto que busca convertir las fuerzas de la sociedad en herramientas para la metamorfosis de una ciudad que anhela la paz.
Parques del Río Medellín
Es el único proyecto colombiano premiado por el World Architecture Festival (2018), concedido a obras que destacan desafíos ecológicos y sociales relevantes que deben ser abordados en los próximos 10 años. Para el jurado, con la creación articulada de nuevos parques y áreas públicas de recreación, los arquitectos han planteado una manera de abordar circunstancias como la expansión urbana, el calentamiento global, el conflicto urbano, la pobreza, la segregación y la desigualdad.
Su diseño fue otorgado en 2013 a la oficina liderada por Sebastián Monsalve y Juan David Hoyos, del grupo Latitud Taller de Arquitectura y Ciudad, y ejecución dio inicio en 2014 con la construcción de la primera etapa, de 71.727 M2 y 2.400 metros lineales, un área comercial, zona de exposición, un área de reservas naturales llamada ‘Plaza de bosques’, zona de picnic y un sendero para caminatas y circuitos deportivos.
El proyecto Parques del Río, conocido también como Parque Botánico Río Medellín, busca la integración de las zonas urbanas, aledañas a la franja del parque lineal, con la vegetación del Valle de Aburrá, sus quebradas y cerros tutelares, para el aprovechamiento no invasivo y la concientización acerca de su preservación, a través del propio contacto y disfrute. Además, apunta hacia la recuperación de las quebradas, dando a conocer su influencia e importancia en el bienestar social y ecológico del Valle de Aburrá y sus residentes.
Otras etapas del proyecto Parques del Río incluirán conectores peatonales, soterramientos y falsos túneles para continuar integrando el Valle de Aburrá.
Cinco proyectos que son testimonio de la resiliencia de una ciudad. Cinco propuestas arquitectónicas que exploran, a través de sus conceptos y formas, nuevos ángulos desde los que divisar el cambio posible y necesario para una modernización con sentido humano, que acorte distancias entre el individuo y el conocimiento, la cultura y el esparcimiento, pilares sobre los cuales se erige una ciudad de cara a sus habitantes.
