Decir frutas tropicales trae una sensación al paladar como una mezcla de distintos sabores dulces, un poco ácidos, jugosos, refrescantes… piña, mango, mamey, guayaba… en fin todos deliciosos. Posiblemente las frutas hayan sido la primera comida del hombre en tiempos inmemorables; y, sin dudas, constituyen una importante fuente de alimentación hoy en día.
Actualmente, son las frutas tropicales las más cotizadas en el mercado, por su sabor y propiedades nutricionales y médicas, destacando entre ellas a la piña (o ananá), el mango, la frutabomba (o papaya) y el aguacate, que poseen los principales volúmenes de exportación en los últimos años. Las regiones principales exportadoras de estas son América Latina y el Caribe, Asia y, en menor medida, África.
Como su nombre indica, tienen la característica de cultivarse en las zonas de clima tropical o subtropical, porque tienen en común no soportar el frío y pueden ser dañadas o tener trastornos en el desarrollo cuando la temperatura cae por debajo de 4°C. En Cuba tenemos una variedad impresionante de frutas tropicales, donde resaltan las antes mencionadas junto a la guayaba, el melón, el mamey, el plátano fruta o banana, los limones, y años atrás, la naranja y la mandarina.
Sin embargo, ¿puedes imaginar cuántos tipos de frutas del trópico existen? Seguro que no… existen demasiadas: grandes, pequeñas, medianas, dulces, picantes, amargas, de aspecto agraciado y otras no tan bonitas. Aquí en D’gustando nos sería imposible mostrarte todas; sin embargo, tenemos nuestro propio Top Ten de frutas tropicales exóticas que harán que conozcas más acerca de este natural mundo:
Jabuticaba: es nativa de la Mata Atlántica de Brasil, y aunque en portugués se le conoce como Jabuticaba, está extendida a otras partes de América Latina con el nombre Guapurú. La fruta es una baya, con aspecto similar a una uva grande. Es de cáscara fina y lisa, mientras su pulpa es blanca y jugosa, con un sabor ligeramente agridulce. Pero, lo verdaderamente impresionante de la Jabuticaba es que crece como pegada al tronco del árbol. No nace, como las otras frutas, debajo de las hojas, sino en las ramas y troncos, y comienza a crecer desde la tierra, por lo cual si alguna parte de la raíz está al descubierto, también tiene fruta apiñada, que prácticamente no dejan ver la madera del árbol. Estudios recientes en la Universidad Estatal de Campinas de Sao Pablo, demostraron que esta fruta resulta excelente en la prevención de dos tipos de cáncer: la leucemia y el cáncer de próstata, y además algunos de los componentes de su cáscara reducen hasta un 50% la producción de células cancerígenas.
Borojó: oriunda de América Latina, específicamente de las zonas húmedas de Panamá, Colombia y Ecuador, es una fruta con reconocida propiedades médicas y estéticas. Su aspecto es muy similar a la de una guayaba, suele madurar de verde hasta el marrón y se recoge del suelo cuando ya está totalmente madura. Su pulpa es ácida y densa, conteniendo principalmente fructosa y glucosa, con significativas cantidades de proteína, fósforo, Vitamina B y C, así como hierro y calcio. Aunque su uso es amplio, desde embalsamar cadáveres hasta masajes para el cabello y mascarillas faciales, sus afamadas propiedades afrodisiacas lo hacen uno de los mejores tratamientos para la impotencia sexual. Por esto, se le llama comúnmente el Viagra natural o el Jugo del Amor.
Marang: de origen asiático, hay que esperar a que madure y caiga del árbol, solo entonces su corteza se vuelve blanda. Su interior comestible, son pequeños granos blancos, de textura lechosa y sabor dulce.
Mangostán: conocida como Mangostán, Mangostino, Jobo de la India o Manzana de Oro, esta fruta está ampliamente distribuida por el mundo, aunque es originaria del Sudeste Asiático y existen más de 200 especies distintas. Es como una cápsula carnosa redonda, con un diámetro que alcanza los 6 o 7 cm, de color morado y la piel que la cubre es totalmente lisa. Se come de forma directa cuando alcanza la madurez y su sabor es muy dulce. La textura de su pulpa es suave, meloso y delicado, recordando vagamente a la uva. Además del consumo fresco, se utiliza para la elaboración de conservas como las jaleas
Durián: oriundo de Malasia, el Durián o Erizo de árbol destaca por su tamaño, sabor y particular aroma. Se le conoce como el rey de los frutos indonesios, por su elevado precio. Se asemeja a un melón amarillento con pinchos que cubren toda su corteza; y desprende un desagradable olor a excremento o animal muerto, como símbolo de su plena madurez, por lo cual se hace difícil probarlo. Sin embargo es de un gusto intenso, parecido a la vainilla, con textura cremosa y pulpa suave y delicada. Puede llegar a medir 25 cm de tamaño y algunos se comen sus semillas asadas, como si fueran castañas. Se recomienda para enfermedades como el colesterol o el estrés por su alto contenido en vitaminas (Vitamina A, B y C), minerales, triptófanos y polifenoles.
Pitahaya: por su aspecto es también llamada fruta dragón o fruta del dragón, aunque su verdadero origen es desconocido, es frecuente encontrar la Pitahaya en Latinoamerica y el Caribe. Es una planta trepadora que crece de forma silvestre sobre árboles, troncos secos, piedras y muros. Sus espectaculares flores nocturnas llegan a medir 30 cm de longitud. Después de la apertura floral, comienza el desarrollo del fruto, que es una baya entre 7 y 14 cm de largo y de 5 a 9cm de ancho, de color amarillo o rojo. Es una fruta muy refrescante, ya que como el melón, tiene un elevado contenido en agua, por lo cual se puede consumir sin muchas restricciones por exceso. Asimismo es rica en minerales como el calcio, hierro y fósforo y destaca su aporte en Vitamina C. Es recomendada también como ayuda para el tránsito intestinal.
Finger Lime: en español se le conoce como Caviar Cítrico. Es un cítrico originario de las selvas australianas que tiene seis variedades de diferentes colores y tamaños. Su vaina, similar a un pepino, contiene pequeñas perlas que recuerdan al caviar. El zumo está contenido en estas perlas, que al ser masticadas dejan en la boca sabor a lima verde con un leve punto de acidez. Está haciendo furor, principalmente, en la alta cocina utilizándose en pescados, crudos, ahumados o cocinados o en ceviche y sushis; y en la coctelería ya ha ganado su espacio, especialmente en el preparado del Gin Tonic.
Kiwano: pertenece a la familia del melón y la sandía y es originario de África, por lo cual se le conoce como el Melón africano; o Pepino cornudo, por su peculiar aspecto, como un cactus de colores vivos. Su principal componente es el agua y tiene muchas semillas, muy parecidas a las de un pepino verdadero. Es un fruto refrescante, con un sabor entre un kiwi y un melón, pero de muy bajo valor calórico y escaso aporte nutritivo, por lo cual se recomienda acompañarlo con otras frutas. Aunque sí tiene alto contenido en potasio, por lo cual es aconsejable para quienes lleven regímenes de adelgazamiento, tomen diuréticos que eliminen el potasio o a personas con bulimia, para suplir pérdida. Asimismo, cuidado y moderación para quienes padecen de insuficiencias renales y requieren dietas que controlen a este mineral.
Rambután: también se le conoce como Mamón o mamoncillo chino. El nombre Rambután proviene del vocablo malayo rambutí, que significa pelo y alude a las espinas largas y suaves que cubre la superficie de la fruta. Esta es de un color verde claro cuando no está madura, y obtiene tonalidades desde el amarillo al rojo cuando ya se puede comer. Se come exclusivamente fresco, mostrando un sabor entre lo agridulce y lo dulce, similar a una almendra. Su jugosa pulpa recuerda a un mamoncillo cubano y tiene un aroma muy exótico.
Ackee: si bien es procedente de África, Jamaica la considera su fruta nacional. En los países sudamericanos tiene inmensa variedad de nombre: Pan y quesito, en Colombia, Fruto del huevo, en Panamá y en Cuba se le conoce como El árbol del seso, por su peculiar aspecto. Tiene una concha rosa-naranja por fuera, la parte comestible es amarillo pálido y en sus puntas aparece las semillas negras brillantes. Cuando no está madura es altamente tóxica, ya que desprende hipoglicina, un gas venenoso, el cual desaparece de forma natural cuando la fruta madura y se abre como una flor. Tiene alto contenido calórico, unas 160 calorías por 100 g y presenta proteínas, calcio, hierro, vitaminas A, B y C, y otros nutrientes. Por el contrario, tiene muy poco contenido de azúcar, y generalmente como acompañante de carnes o pescados. Su sabor cocido es muy parecido al huevo.
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