- La vida secreta de Roberto Bolaño.
- Montero Glez
- 2024
- Editorial Navona
- 137 páginas
Un libro muy breve. Cinco relatos narrados por el autor en primera persona. Un desfile de literatos y referencias literarias que hará las delicias de los lectores más empedernidos. Un estilo con sabor a realismo sucio, tipo Charles Bukowski.
Una enmienda a la totalidad literaria del siglo XX. Una crítica en toda regla, disimulada en clave de novela, lo cual permite licencias que la crítica formal no admite. Un desahogo hábil, acaso un punto de vista desinhibido, de un autor especialmente dotado con capacidad para la narración ambigua. No sabes, ni sabrás, hasta qué punto va pero viene, dice pero omite, fabula pero es real, elogia o ironiza. Muy hábil.
adquiriCinco relatos que viajan en corto pero alumbran muy lejos. Cinco relatos que ya se pueden adquirir en todas las librerías y en la web de Navona.
Un libro metaliterario. Un autor que escribe muy pero que muy bien. Un escritor cebolla, si me permites esta taxonomía tan particular. Con ella quiero aludir a un autor que tiene capas y capas de reflexión bajo la primera piel que es el texto.
Montero Glez. Autor, narrador en tanto y quizás personaje de esta obra. Creo que él mismo se define muy bien en este párrafo:
«En ese momento me di cuenta no sólo de mi fragilidad, como he dicho, sino de algo más importante todavía: me refiero a que me di cuenta de que en la vida yo no iba a ser otra cosa que lo que soy ahora, un escritor que se comporta como un personaje creado por otro, y que sólo existe en la realidad de la literatura.»
Se entiende. Se expresa de forma literaria, esto es, con más belleza de la que exige la transmisión somera del concepto. En ese párrafo te condenso de qué trata el libro.
No es una lectura difícil. Es cuestión de ubicarse. De saber cuál es el planteamiento. El autor narrando pasajes de su pasado en relación con figuras literarias. Pasajes que fueron reales o que, como se dice en Italia: Se non è vero, è ben trovato. Si no es verdad, está bien inventado. Poco importa. Lo que cuenta es el disfrute lector que proporciona esta obra.
Sinopsis de la edición
A medio camino entre la ficción y la crónica literaria, Montero Glez narra sus encuentros con grandes artistas, con Roberto Bolaño como protagonista, tan reales que solo pueden ser producto de su extraordinaria literatura.
Cae la lluvia sobre un bar de Tánger donde se susurran, desordenados y envueltos de misterio, los secretos. La historia de aquella vez que William Burroughs visitó la ciudad y se enamoró de un muchacho español, o cuando Lucien Carr fusionó el nombre de la generación beat con el de las intrigas criminales. Montero Glez se encarga de anotarlas y transmitirlas para ofrecer al lector un nuevo inventario de las ocasiones en que llegó a cruzarse con las leyendas literarias de los últimos tiempos. Un anecdotario fascinante que oscila entre la crónica periodística, el cuento y la más pura invención.
Mediante encuentros con los pintores Luis Claramunt, Ceesepe y Miquel Barceló, un retrato excepcional del cantaor Agujetas y la intromisión de novelistas como Juan Marsé, Ernest Hemingway o Enrique Vila-Matas, Montero Glez nos brinda en La vida secreta de Roberto Bolaño un maravilloso libro sobre libros y sobre autores, en un juego de estilos, devaneos con la sátira, la autoficción e incluso la física cuántica, que hará las delicias de cualquier lector dispuesto a dejarse convencer por el engaño y confundir por la verdad.
Reseña
Entrar en esta novela breve es como dar un paseo. Vamos a acompañar a un narrador en primera persona, por un salón de la fama en el que vamos a ir cruzándonos con celebridades literarias como William Burroughs, por ejemplo, de los que iremos descubriendo anécdotas que no acabaremos de saber si son verdad, o hermosas invenciones, o tal vez una combinación de ambas.
En realidad, es más una colección de relatos breves. Esa es la estructura de este libro. Se divide así:
- El álgebra de la necesidad
- El pintor bilingüe
- La camisa del Agujetas
- El hijo bastardo de Hemingway
- Doppelgänger
El álgebra de la necesidad
Aparece, verbigracia, Lucien Carr. Se cuenta el asesinato de David Kammerer en 1944, un evento que involucró a varios miembros de la generación Beat y que influyó en sus obras literarias. Claro, se cuenta de forma novelada, en una conversación de bar en Tánger.
Este es el tono de la novela. Un catálogo de anécdotas y chismes del mundillo literario, narrados con estilo novelesco. Muy entretenida. Una pieza que se lee en un día, pero se recuerda muchos después.
Jack Kerouac también asoma a estas páginas. Ninguno de los de la generación Beat resulta bien parado en este relato sobre las fronteras de la literatura con la violencia, el sexo desaforado y las drogas.
El pintor bilingüe
Luis Claramunt, artista visual conocido por su trabajo en pintura. Su estilo era dado a colores vibrantes y formas abstractas. Es el protagonista de este segundo relato.
Al empezar, se aborda la figura de Henry de Monfreid. De nuevo, un escritor con una vida turbia, controvertida, delictiva.
El propio Claramunt, también desordena su vida.
¿Hay más material literario en una vida caótica? Esto nos transporta al decálogo de Hemingway para el escritor, donde decía: «Mézclate estrechamente con la vida». Entiendo el mensaje de Hemingway, pero no estoy seguro de que el contrabando naviero sea a lo que se refería.
Aquí sale también Juan Marsé. No como una referencia, sino como un personaje de la narración, que acompaña en varias escenas al protagonista, acaso el propio autor, narrador en primera persona de lo que nos cuenta.
¿Y lo que nos cuenta qué es? Metaliteratura seguro. Ahora bien, ¿relato de hechos reales o ficcionalizados? Eso es difícil de precisar para cualquiera que no sea Montero Glez.
Piezas muy cortas para reflexionar en largo. Por ejemplo, en este relato, se habla de las dos caras del individuo, la que dejamos ver y la real. Cada persona, escritor o no, escultor o no, artista o no, desempeña una vida de ficción y una real. La vida de ficción es lo que queremos imprimir en la retina de los demás. La realidad, bien puede ser otra.
Cada persona, cada vida, es material literario.
La camisa del Agujetas
Buen relato. La historia de un cantaor gitano y el autor. Un relato donde nada es lo que parece y donde todo se plantea entre la incertidumbre del lector: qué será real y qué no.
Un relato curioso. A medio camino entre una historia de saga familiar, la niña de la curva y el relato metaliterario.
Una vez más, encuentro un hilo conductor. Uno común a todas las historias, a todos los relatos contenidos en esta obra: que cualquier vida cotidiana puede ser material literario. Baste que un autor/a lo tomen con intención narrativa, lo acaricien con una mirada que busque lo que de trascendencia subyazca y lo coloreen con expresividad literaria.
El hijo bastardo de Hemingway
Si no el mejor relato, de los mejores del libro. En este apartado quiero traer a colación una muestra de estilo del autor, en la que se aprecia una vocación estética en la forma de expresión, que yo tiendo a llamar literatura:
«Entonces yo era joven, pobre y feliz, como escribió Hemingway en sus memorias escritas con la bilis negra de la melancolía; la última tinta donde mojó su pluma al final de su vida, cuando se dio cuenta de que había fracasado en el intento de ser su propio mito. Bien sabía Hemingway que el triunfo eterno sólo podía llegar de una forma: abriendo la puerta a la muerte.»
Una reflexión muy profunda, pero dicha con mucha belleza. Apetece leerla. Esta puede ser la mejor definición de este libro. La que más se ajusta a su realidad.
Enrique Vila-Matas es el protagonista de este relato. Él, y diría que también Paris, que aquí es casi una hipálage constante. Una personificación. A Vila-Matas lo persigue una leyenda totalmente falsa pero ya se sabe: difama, que algo queda.
Doppelgänger
Un doppelgänger es una figura de la mitología y el folclore que se refiere a una versión idéntica o casi idéntica de una persona que vive en el mismo momento en otro lugar. Es como una especie de “doble” o “gemelo” de una persona, pero no necesariamente relacionado biológicamente. En la cultura popular, los doppelgängers a menudo se asocian con la superstición y la idea de que ver a tu propio doble puede ser un presagio de desgracia o muerte.
En este relato aparece, por fin, Roberto Bolaño. La relación de Arturo B. con Bolaño es fruto de la serendipia. Una vez ahí, lo que cuenta es que mantiene la amistad por interés, no por admiración a un autor de culto al que despacha con unas dosis de justiprecio.
En la introducción a “La estrella distante” Bolaño lo mencionó. Cuenta como Arturo B. le trasladó una historia que acabó siendo parte de su literatura. En este relato, Montero Glez se pone en el pellejo de Arturo B. y elucubra sobre cómo vivió él todo aquello.
Arturo Belano y Roberto Bolaño. Una preciosa indagación entre la relación del escritor con la industria editorial. También, una reflexión de la simbiosis entre autor y personajes.
Por el camino va dejando cadáveres. El de Bolaño, sobre el que siembra la duda más que razonable de producto de marketing; sobre Javier Marías, al que le hace un traje…
En chismología —o fabulación— literaria, el libro no tiene desperdicio.
Nexo común
Las reuniones de relatos deben tener una argamasa. Algo que las una desde su individualidad e independencia para formar un conjunto heterogéneo pero coherente.
El nexo común de este libro son los escritores. Una reivindicación —y tal vez también una sátira— de esos literatos muy del siglo XX, curtidos a base de calle, excesos y turbulencias. De ahí emergía una forma de narrar nueva, identitaria y diferente a todo lo anterior.
Hemimgway, la generación beat, Vila-Matas, Bolaño… Como todos, tendrán sus partidarios y detractores, pero no hay duda que eran geniales.
Tributo y libro de anécdotas metaliterarias. Una obra breve pero compacta, densa. Un apunte necesario a cualquier biblioteca, para entender mejor a ciertos autores aquí diseccionados de manera amena.
