Alcanzar objetivos en cualquier empresa depende de las personas y del talento. En otras palabras, lograr el éxito está en función de compromiso y motivación, sin los cuales es imposible plantearse la corresponsabilidad que empuja hacia la productividad, el cuidado por el detalle y la satisfacción laboral.

Motivar es necesario porque:

  • Consigue que los empleados se sientan a gusto con las funciones desempeñadas en su puesto de trabajo.
  • Es la manera idónea de combinar esfuerzos con la empresa a través del talento.
  • Supone la clave del éxito en el entorno actual donde la competencia también se moderniza.
  • La opción contraria conduciría al fracaso o la pérdida de posicionamiento, debido a la pérdida de compromiso por parte de las personas.

La implementación de técnicas y estrategias que favorezcan la motivación laboral de los trabajadores debe ser esencial en las compañías. Todas ellas obedecen a una elección que ha de hacerse desde los roles directivos que, previamente, han de haber tomado conciencia de la criticidad de la gestión del talento en su organización. 

El ciclo motivacional

Ahora se enfoca la motivación como un proceso para satisfacer necesidades, surge lo que se denomina el ciclo motivacional, cuyas etapas son las siguientes:

1. Homeostasis: Es decir, en cierto momento el organismo humano permanece en estado de equilibrio.

2. Estímulo: Cuando aparece un estímulo y genera una necesidad.

3. Necesidad: Esta necesidad (insatisfecha aún), provoca un estado de tensión.

4. Estado de tensión: La tensión produce un impulso que da lugar a un comportamiento.

5. Comportamiento: El comportamiento, al activarse, se dirige a satisfacer dicha necesidad. Alcanza el objetivo satisfactoriamente.

6. Satisfacción: Si se satisface la necesidad, el organismo retorna a su estado de equilibrio, hasta que otro estimulo se presente. Toda satisfacción es básicamente una liberación de tensión que permite el retorno al equilibrio homeostático anterior.

Las mejores técnicas de motivación para la gestión del talento

Motivar es fundamental para llegar al éxito empresarial. Siempre que se parta de la base de un salario justo, hay cosas más importantes que los incentivos monetarios. Algunas de ellas son:

  • Conexión emocional: basada en el vínculo entre empleado y empresa que fortalece la relación existente, alejándola de un mero contrato laboral
  • Reconocimiento: además de las compensaciones económicas, es importante que el empleado reciba ese feedback positivo cuando realiza bien sus tareas y su aporte a la empresa es digno de mención. Hay que dejar de centrarse en hacer notar sólo los aspectos negativos y extender la retroalimentación a los logros en forma de reconocimiento.
  • Posibilidades: las personas necesitan poner la vista en un futuro que les impulse a luchar por unos ideales. Ofrecer oportunidades de trabajo atractivas dentro de la empresa logrará que el empleado esté motivado para emprender nuevos proyectos dentro de la empresa, sintiéndose satisfecho.
  • Condiciones de trabajo: además de proporcionar a las personas las herramientas y tecnología adecuadas para realizar sus tareas, hay que procurar que su jornada de trabajo sea lo más confortable posible y revisar de forma continua que, no sólo las condiciones ergonómicas, sino también las higiénicas, más concretamente las termo-higrométricas, sean las apropiadas.
  • Formación: velar por el crecimiento y desarrollo profesional de las personas contribuye a mejorar la calidad de los procesos y la satisfacción personal. está demostrado que es un factor altamente motivador por su relación con la mejora de posición dentro de la organización en forma de ascensos.
  • Participación activa del empleado: la corresponsabilidad que se busca y que funciona como elemento motivador sostenible, parte de cierto nivel de autonomía, que se consigue permitiendo al empleado tener control sobre las tareas asignadas y facilitándole el desarrollo dentro de las mismas en la medida de lo posible.