En Rusia se come feijoa colombiana
Si hay algo que caracteriza a la gastronomía de nuestro país, son las diversas recetas con frutas. Además de las mermeladas, los colombianos preparan arequipes con frutas, dulces, conservas, yogures y sabajones, entre otros.
Y es que Colombia es un país privilegiado por su ubicación ecuatorial, característica que le da acceso a una gran variedad de frutas tropicales, desde el mamoncillo hasta la sandía, pasando por un tipo de guayaba que llama la atención por su ligera acidez en medio de dulces destellos de sabor: la feijoa.
Aunque deliciosa en su presentación fresca, la feijoa es muy versátil para la elaboración de otros productos a nivel industrial. No solo es materia prima del típico sabajón de Tibasosa, en Boyacá, sino que también se utiliza en la producción de chocolates, helados y destilados.
Esta fruta, de la familia de las mirtáceas, ha logrado conquistar los corazones y paladares colombianos y, desde hace algún tiempo, ingresó al mercado europeo y asiático.
Pese a su potencial exportador y a que la planta puede tener hasta ochenta años productivos, la decisión de cultivar feijoa requiere cabeza fría. En entrevista con Más Colombia, Ómar Camilo Quintero, director técnico y de cultivos de la empresa Disfruta las Feijoas, contó que un cultivo de feijoa tarda cinco años en dar una cosecha comercial. Estos tiempos de cosecha a nivel comercial generan un largo período inicial en el que el empresario debe asumir costos sin recibir ganancias.
“Si uno puede tener un cultivo y esperar cinco años, uno está haciendo una inversión a largo plazo para obtener utilidades en el campo por veinte y treinta años, desde que haya un mantenimiento adecuado del cultivo y haya un manejo adecuado de los problemas sanitarios”, señaló Quintero.
Conquista del mercado internacional
La feijoa fresca (Acca sellowiana) tiene un gran potencial de exportación. A pesar de que las ventas al mundo alcanzan cifras modestas, Colombia se ha posicionado como el proveedor por excelencia de feijoa.
De acuerdo con el Mapa Regional de Oportunidades (MARO), en los últimos once años esta fruta de origen suramericano ha mantenido exportaciones superiores a los USD $180 mil, con algunos altibajos. De este periodo, el año en el que se logró un punto más alto fue 2014, con ventas externas por 360 mil dólares.
En 2020, el año del Covid-19, las ventas al exterior se situaron en 209 mil dólares. Y, en 2021, estas ascendieron a USD $342 mil, una cifra similar a la de 2014. No obstante, en los primeros ocho meses de 2022 ha habido una variación negativa de -31,82%, en comparación con el mismo periodo de 2021.
La feijoa colombiana llega a Europa y Asia
Según la información de MARO, los principales destinos de las cosechas colombianas de feijoa están ubicados en los continentes europeo y asiático.
Para 2021, el principal comprador fue Rusia, con USD $144 mil, seguido de los Países Bajos, que realizó compras por USD $132 mil. El tercer destino, con cifras más modestas, fue Emiratos Árabes Unidos, con compras por USD $18 mil, seguido de Bélgica, con USD $11 mil, y Canadá, con USD $7 mil. Estas cifras muestran que, en materia de feijoa, queda un largo camino por recorrer.
