Descifrando Pasajes Difíciles: Apocalipsis 2: 4-5


Descifrando Pasajes Difíciles: Apocalipsis 2: 4-5

Posted: 12 Nov 2008 04:00 AM CST

Hace un par de días me escribió Viviana, una lectora de este blog para pedirme ayuda con un pasaje del libro de Apocalipsis que, según ella, torcieron “trágicamente” en su iglesia el domingo pasado. El verso pertenece al mensaje de Cristo a la iglesia de Efeso (Apocalipsis 2: 4-5). Viviana me escribió para contarme que el pastor argumentó que “el primer amor” no es a Dios por medio de Cristo, sino que ese primer amor abandonado era a los santos o creyentes de la iglesia en Efeso.

Si analizamos el pasaje, nos daremos cuenta que la sospecha de Viviana es correcta. El mensaje fue tergiversado y sacado fuera del contexto de lo que Cristo le dice a esta iglesia en Efeso. Pero veamos el mensaje completo de Cristo a esta iglesia,

“Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.” Apocalipsis 2: 1-7

Anlicemos este pasaje en su contexto. Primero, Cristo le manda un mensaje a la iglesia en Efeso a través de su ángel. Muchos han argumentado que este “ángel” es el pastor de la iglesia; otros han argumentado que se trata de un ángel que protege a cada iglesia. En fin, en cierto modo este ángel representa a esta iglesia, pero Cristo no sólo le da el mensaje a éste representante, sino que se lo da a toda la iglesia. Yo particularmente me inclino por la interpretación de este ángel como el pastor de la iglesia, pero esto no tiene mucha importan cia en este momento.

Efeso, como vemos en la historia, era una ciudad famoso en el mundo antiguo. Pablo predicó ahí por espacio de tres años (Hechos 19:1, Hechos 10, Hechos 20:31). Fue la ciudad donde predicaron Aquila, Priscilla y Apollos, y donde Timoteo enseñó. Pero Efeso era también un centro religioso, económico, y cultural. En esta ciudad se encontraba el templo de Diana, la diosa de la fertilidad que era adorada mediante perversions sexuales por los ciudadanos. Este templo, según hombres como Longenecker, servía para que los mercaderes y reyes del mundo antiguo hicieran depósitos de su dinero que era supuestamente protegido por la diosa. Hechicería y otras practices satánicas eran comunmente practicadas.

Además, políticamente era una ciudad libre y se auto-gobernaba. Este derecho había sido otorgado por Roma. Grandes juegos eran celebrados en esta ciudad. Se practicaba el teatro. Todo esto hacía que Efeso fuera una ciudad ideal para predicar, pues llegaba gente de todas partes.

A esta iglesia, Cristo se presenta como “el que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro.” Juan toma de su visión en Apocalipsis 1 para describir la autoridad de Cristo sobre la iglesia (tiene las siete estrellas) y su presencia inmediata en ella (anda en medio de los siete candelabros de oro). Los candelabros son utilizados no solo por el apóstol Juan en Apocalipsis, pero también por Zacarías como representaciones de la iglesia, o del pueblo de Dios. Con esta presentación Cristo le dice a la iglesia en Efeso su soberanía e importancia.

La palabra en griego kratein (“tiene”) implica que estas iglesias le pertenecen a Cristo y no a los pastores ni a los miembros. Luego Jesús dice que Él conoce las obras de esta iglesia, “que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos, y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.” Jesús deja claro que Él es omnisciente y conoce todo lo que sucede en esa iglesia. No hay misterios para Él. Jesús entonces reconoce lo que esta iglesia está haciendo correctamente, trabajando duro por la causa de Cristo. Cristo reconoce que la paciencia de esta iglesia era tremenda.

Cristo además reconoce que la iglesia en Efeso perseguía arduamente la pureza doctrinal. Pablo le escribe a la iglesia en Efeso, “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno” (Hechos 20: 29-31). Es obvio por esto que la iglesia tomó las palabras de Pablo muy en serio.

Pero, luego de reconocer lo que la iglesia hacía bien, viene la reprensión. Cristo dice, “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.” Cuando Cristo dice, “Pero” lo que parece es que todo lo bueno que hacía esta iglesia no borraría lo malo que Cristo está a punto de mencionar. Es decir, a pesar de ser pacientes y no tolerar la falsa doctrina, esta iglesia tenía algo muy malo, habían dejado, no perdido, su primer amor. La diferencia entre perder y dejar es muy importante, ya que uno puede perder una cosa accidentalmente, pero el dejar una cosa implica un acto deliberado, que no ocurre de pronto. Igualmente, cuando perdemos algo, no sabemos donde encontrarlo, pero cuando dejamos algo sabemos exactamente donde lo dejamos.

Es decir, en esta iglesia, a pesar de haber dejado este primer amor, en el exterior todo parecía perfecto. Quizás si hubiéramos asistido a esa iglesia, hubiéramos pensado que no había nada malo. Quizás viendo todo lo que hacía la iglesia hubiéramos pensado que estaban haciendo mucho. Pero para Jesús no hay nada Escondido porque É les quien anda en medio de las iglesias, y Él conoce cada una de las obras, buenas y malas de ellas.

El problema en esta iglesia era serio, pues sin amor no puede existir. Pero qué amor dejó esta iglesia? Esta es la pregunta que hace Viviana. Sabemos que como cristianos estamos llamados a amar a Dios y amarnos a nosotros mismos. Es que dejaron su amor por Dios, o su amor por cada uno?

La iglesia en Efeso era una iglesia trabajadora y quizás trabajar por Cristo alejaba la relación amorosa que debían tener con Él. La iglesia había dejado a Cristo en el templo así como José y María lo hicieron. Al ser una iglesia que buscaba la pureza doctrinal, quizás la congregación se volvió fría, sospechosa e intolerante.

Pero este abandono de su primer amor muestra que las cosas no son como fueron. Ya no era como cuando estaban estrenándose como cristianos. Quizás no permiteron que se diera una transición de lo nuevo hacia una profundidad mayor para hacer de ese amor algo más fuerte. Creo que Cristo enfatiza que esta iglesia había dejado esa passion por Cristo, ya que se había dedicado a intentar mantener la pureza doctrinal, y había perdido esa communion tan intensa y necesaria con Cristo. La iglesia en Efeso cayó en lo mismo que Israel antes que ellos,

“Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada. Santo era Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoraban eran culpables; mal venía sobre ellos, dice Jehová.” Jeremías 2: 1-3

En Efeso trabajaban en Su nombre, sin saber que es possible atribuír las actividades de la iglesia a Su caracter, sin tener una verdadera relación con el Señor. La prioridad en Efeso no era la relación con Cristo, sino las obras. Es lo mismo que ocurre en el relato de María y Marta (Lucas 10: 38-42) cuando vemos a Marta preocupada por los quehaceres y a María sentada sirviendo al Señor. A Marta Jesús le dice, “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la Buena parte, la cual no le sera quitada” (Lucas 10: 41-42).

Es nuestra devoción y relación con Cristo lo que hace que llevemos fruto. Esto es lo que fortelece nuestra vida como cristianos. En Efeso habían perdido el enfoque principal, y se habían enfocado en las obras hechas en Su nombre. Esto era para Cristo idolatría.El que hicieran cosas en Su nombre no les quitaba el error de haber perdido la relación primera que tuvieron con Él. Y qué desea Cristo para esta iglesia? Cristo le dice, “Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco” (Apocalipsis 2: 5-6).

El primer paso para la restauración de esta iglesia es recordar donde estaban en su amor con el Señor. Cuando el hijo pródigo estaba echado con los credos, lo primero que ocurrió para su restauración fue recordar la vida que tenía en casa de su padre. Luego, arrepentirse. Esto no quiere decir que tengan que sentirse mal, o sentir alguna otra cosa. Lo que tienen que hacer es cambiar de dirección, cambiar su conducta. Deben volver a las cosas básicas cuando se enamoraron por primera vez de Cristo. Cómo qué? Leer la Biblia, orar, tener comunión con otros creyentes, predicar el evangelio, etc.

Qué ocurrirá si no lo hacen? Jesús les advierte. A menos de que se arrepeientan Él quitará el candelero. Sin el candelero serán una simple organización de hombres, pero ya no serán una verdadera iglesia. Vemos en los escritos de Ignacio, uno de los padres de la iglesia, que esta iglesia hizo caso, quizás por un tiempo, de esta amenaza. Ignacio escribe en el siglo dos de esta era,

“Vosotros, que son la más santa iglesia de los Efesios, que es tan famosa y celebrada a través del mundo. Vosotros, siendo tan llenos del Espíritu Santo, no hacen nada de acuerdo a la carne, sino todo de acuerdo al Espíritu. Vosotros estáis completos en Cristo Jesús.” [1]

Luego Cristo, quizás para no herirlos muchos vuelve a felicitarles por su deseo de pureza, al “aborrecer las obras de los nicolaítas.” Pero cuales eran las obras de los Nicolaítas? Si leemos el resto del capítulo 2, veremos que los nicolaítas son de nuevo mencionados en el mensaje a la iglesia de Pérgamo, y en ese pasaje (Apocalipsis 2: 15) está relacionado con la inmoralidad e idolatría. Otro de los padres de la iglesia primitiva escribió acerca de lo que conocía sobre los nicolaítas,

“Los Nicolaítas son los seguidores de ese Nicolás que fue uno de los siete ordenados al diaconato por los apóstoles. Ellos llevan una vida de indulgencia sin restricción. El carácter de estos hombres es claramente visto en el Apocalipsis de Juan, como la enseñanza que es indiferente la práctica del adulterio, y comer cosas sacrificadas a ídolos.” [2]

A pesar de que no sabemos todo lo que estos hombres enseñaban, sabemos que Cristo los aborrecía también. Entonces, es claro del contexto del pasaje que Cristo le hace ver a la iglesia en Efeso que habían dejado de tener una relación con Él, por estar preocupados exclusivamente por la ortodoxia y doctrina, sin saber que solamente a través de una sólida comunión y relación con Dios por medio de la lectura de su palabra y de la oración se puede mantener una iglesia pura. Ese es el primer amor que había dejado la iglesia en Efeso, la relación con Cristo.

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[1] Ignatius. Epistle to the Ephesians. Ante Necean Fathers Volume 1, capítulo 8, página 52.

[2] Irenaeus. Againsta Heresies. Ante Necean Fathers. Volume 1. Libro 1, capítulo 26, página 352.

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