Hace unos años, el proceso de selección se realizaba de manera bastante diferente a lo que hace actualmente. Existían muchos puestos de trabajo y pocas personas para cubrirlo (sobre todo en el caso de trabajos más especializados), por lo que “se buscaba al candidato en casa” y se le hacían unas ofertas muy generosas.

Actualmente, existen más candidatos que puestos a cubrir, por lo que las empresas tienen más donde buscar a la persona idónea para el puesto. Pero esto puede llevar a una serie de errores que pasan factura a la larga.

1. Pedir por pedir: como hemos comentado antes, existen muchos candidatos para una sola oferta, por lo que las empresas tienden a pedir requisitos más altos de los realmente necesarios para el puesto. Y a veces el exceso de requisitos les hace muy difícil encontrar a la persona que buscan.
2. Abusar de becarios: Otra de las cosas que se hace en algunas empresas, es el utilizar a los becarios como mano de obra barata (o gratis en muchas ocasiones). Piden estudiantes con experiencia laboral demostrable para cubrir un puesto en su empresa solo durante unos meses, y después a volver a buscar.
3. No valorar al candidato: Por otro lado, también se cometen fallos propios del descuido, como las empresas que publican ofertas en portales de empleo y “nunca más se supo”. O aquellas otras que dicen después de una entrevista “nos pondremos en contacto con usted tanto si sí como si no”, y pasan los días y no recibes noticia alguna.
4. Atender solo la necesidad inmediata de un trabajador para un puesto en concreto. Lo que te impide la posibilidad de descubrir talento en las selecciones que puede serte muy útil para tu empresa.
5. Descuidar el proceso de acogida dentro de la empresa. Cuando contratamos a alguien, tenemos que valorar también si se adaptaría a la cultura de la empresa y al modo de hacer las cosas, ya que puede ser un candidato 10 y perder toda su confianza y motivación en la empresa en los primeros días en ella.
6. Empezar la entrevista con prejuicios y estereotipos: es algo difícil de controlar, ya que se hace de manera inconsciente. Pero si sufres estos sesgos durante la entrevista, puedes estar perdiéndote un potencial trabajador para tu empresa, por aspectos o etiquetas que igual no tienen tanta importancia.

Estos son sólo algunos de los puntos que hay que tener en cuenta a la hora de hacer la selección, pero que también son importantes en otras áreas dentro de la empresa, ya que pueden repercutir en ellas. No debemos olvidar que la selección es sólo uno de los primeros pasos para incorporar trabajadores a nuestra empresa, pero que una vez dentro, tenemos que cuidarlos y ayudarlos en su desarrollo profesional, para que puedan sacar lo mejor de si mismos.