¿Qué son las aguas termales?

Las aguas termales son un recurso natural que ha sido utilizado desde la antigüedad por sus beneficios para la salud y la belleza. Se trata de aguas minerales que brotan del suelo a una temperatura superior a la del ambiente, debido a que proceden de capas subterráneas de la Tierra que se encuentran a mayor profundidad y temperatura. Estas aguas contienen diversos minerales y oligoelementos que les confieren propiedades terapéuticas y cosméticas, dependiendo de su composición y origen geológico.

¿Cómo se clasifican las aguas termales?

La composición química de las aguas termales varía según el tipo de roca por la que circulan, el grado de profundidad al que se encuentran y la temperatura a la que se calientan. Algunos de los componentes más habituales son el azufre, el cloro, el sodio, el calcio, el magnesio, el hierro, el flúor, el yodo, el bromo, el silicio y el arsénico, entre otros. Según su composición, las aguas termales se pueden clasificar en:

• Aguas ferruginosas: contienen principalmente hierro y son beneficiosas para combatir la anemia y las enfermedades hepáticas.
• Aguas cloruradas: tienen alto contenido en cloro y pueden ser sódicas, cálcicas o magnésicas. Estimulan las secreciones digestivas y son diuréticas.
• Aguas sulfuradas: poseen azufre en forma de sulfuro y son ácidas y lodosas. Tienen efecto antiséptico, antiinflamatorio y cicatrizante. Son muy utilizadas para tratar afecciones de la piel, como el acné, la psoriasis o la dermatitis.
• Aguas sulfatadas: contienen sulfato junto con otros minerales como el sodio, el calcio, el magnesio o el cloro. Son laxantes, depurativas y antialérgicas.
• Aguas bicarbonatadas: tienen bicarbonato en su composición y son alcalinas y frías. Se usan para aliviar la acidez gástrica y mejorar la digestión.
• Aguas carbogaseosas: presentan una alta concentración de dióxido de carbono libre que les da un aspecto burbujeante. Son vasodilatadoras, sedantes y tonificantes.
• Aguas radiactivas: contienen gas radón, un elemento radiactivo que emite partículas alfa. Tienen efecto analgésico, antiinflamatorio e inmunomodulador.

El origen geológico de las aguas termales también influye en sus características y beneficios. Se pueden distinguir dos tipos principales de origen:

• Origen meteórico o telúrico: se produce cuando el agua de lluvia o de deshielo se infiltra en el suelo y desciende por gravedad hasta alcanzar capas profundas donde se calienta por contacto con rocas calientes. Luego asciende por fisuras o grietas hasta la superficie, arrastrando consigo los minerales del terreno. Este tipo de aguas termales tienen una temperatura moderada (entre 35 y 40 °C) y una composición variable según el suelo por el que circulan.
• Origen magmático o volcánico: se origina cuando el agua subterránea entra en contacto con magma o rocas ígneas que se encuentran a altas temperaturas. El agua se calienta y se enriquece con los elementos químicos del magma o de las rocas. Luego sale al exterior por fisuras o grietas asociadas a la actividad volcánica. Este tipo de aguas termales tienen una temperatura elevada (entre 45 y 100 °C) y una composición rica en azufre, cloro, flúor, boro y otros elementos.

¿Cuáles son sus propiedades?

La función del agua termal en la piel depende de su composición, temperatura y forma de aplicación. En general, se puede decir que el agua termal tiene los siguientes efectos sobre la piel:

• Hidratación: el agua termal aporta humedad a la piel y ayuda a retenerla gracias a los minerales que contiene. Además, favorece la formación de una película protectora sobre la superficie cutánea que evita la pérdida de agua transepidérmica. El resultado es una piel más suave, elástica y luminosa.
• Calmante: el agua termal tiene propiedades antiinflamatorias y antisépticas que alivian la irritación, el enrojecimiento y el picor de la piel. Es especialmente útil para las pieles sensibles, reactivas o alérgicas que sufren de inflamación crónica o aguda. También ayuda a calmar las quemaduras solares, las picaduras de insectos, las heridas o las erupciones.
• Cicatrizante: el agua termal favorece la regeneración de la piel y la reparación de los tejidos dañados. Esto se debe a que estimula la circulación sanguínea, la oxigenación celular y la producción de colágeno y elastina. Además, previene las infecciones y reduce las marcas y las cicatrices.
• Antienvejecimiento: el agua termal tiene un efecto antioxidante que protege a la piel del estrés oxidativo causado por los radicales libres. Los radicales libres son moléculas que dañan las células de la piel y aceleran el envejecimiento cutáneo. El agua termal neutraliza los radicales libres y previene la aparición de arrugas, manchas y flacidez.

¿Cuál es el uso cosmético de las aguas termales?

El uso cosmético del agua termal se puede realizar de varias formas, dependiendo de su indicación. Algunas de las formas más comunes son:

• Baños termales: consisten en sumergirse en una bañera o una piscina con agua termal a una temperatura adecuada. Se pueden realizar en balnearios, spas o centros termales que dispongan de este servicio. Los baños termales tienen un efecto relajante, desintoxicante y revitalizante sobre la piel y el organismo en general.
• Duchas termales: consisten en aplicar agua termal sobre la piel mediante una ducha o un chorro a presión. Se pueden realizar en balnearios, spas o centros termales que dispongan de este servicio. Las duchas termales tienen un efecto estimulante, tonificante y exfoliante sobre la piel.
• Nebulizaciones termales: consisten en respirar vapor de agua termal mediante un dispositivo especial. Se pueden realizar en balnearios, spas o centros termales que dispongan de este servicio. Las nebulizaciones termales tienen un efecto hidratante, descongestionante y purificante sobre la piel, especialmente sobre la del rostro.
• Sprays termales: consisten en pulverizar agua termal sobre la piel mediante un envase con difusor. Se pueden realizar en casa o en cualquier lugar, ya que se trata de un producto cosmético. Los sprays termales tienen un efecto refrescante, calmante e hidratante sobre la piel, ideal para usar a lo largo del día.

Como se puede estimar, el agua termal es un recurso natural con múltiples beneficios para la piel y el bienestar general. Su uso cosmético puede ayudar a mejorar el aspecto y la salud de la piel, así como a prevenir y tratar diversas afecciones cutáneas. Además, su aplicación es sencilla, segura y placentera, lo que lo convierte en un aliado perfecto para el cuidado diario de la piel.

¿Cómo aplicar el agua termal en tu rutina de cuidado de la piel?

Puedes aplicar el agua termal en cualquier momento del día, según tus necesidades y preferencias. Algunas formas de usarla son:

• Al final de tu rutina de cuidado de la piel, para conseguir un rostro fresco y sellar los productos que hayas aplicado antes.
• Después del maquillaje, para fijarlo y darle un aspecto más natural a la piel.
• Durante el día, para refrescar y rehidratar tu piel, sobre todo si estás expuesta al sol, al aire acondicionado o a la polución.
• Después de la depilación o de un tratamiento de belleza, como peelings o mascarillas, para calmar y restaurar tu piel.
• Antes de desmaquillarte, para suavizar tu rostro y facilitar la limpieza.

En Fotopiel puedes encontrar:

• Agua termal Avene: Proviene de Francia. Presenta metales como el calcio, magnesio y sílice, aporta suavidad, hidratación y un efecto calmante.

• Agua termal La Roche Posay: proviene de Francia. Contiene selenio y tiene propiedades antioxidantes, calmantes y suavizantes.

• Agua termal Dernier: A través de un estudio de las aguas termales de La Musui, Las Trincheras y Las Aguas de Moisés, ubicadas en Venezuela, Mérida, Carabobo y Sucre, respectivamente, se formuló una réplica para cada una, obteniéndose así:
  • Agua termal mineralizante La Musui: Contiene zinc y oligoelementos. Ideal para pieles mixtas a grasas por sus propiedades seborreguladoras, antibacterianas y cicatrizantes.
  • Agua termal mineralizante Las Trincheras: Contiene magnesio y oligoelementos. Ideal para pieles sensibles, ya que brinda hidratación, frescura y emoliencia.
  • Agua termal mineralizante Las Aguas de Moisés: Contiene calcio y oligoelementos. Ideal para pieles secas debido a sus propiedades reparadoras, hidratantes y calmantes.

Su elección dependerá de tu tipo de piel y pueden ser indicadas por tu médico tratante o recomendadas por un farmacéutico.

Además de las aguas mencionadas anteriormente, existen las aguas calmantes que, a diferencia de las aguas termales, no emanan de aguas naturales, ni son de origen geológico, son productos desarrollados comúnmente en un laboratorio farmacéutico.

Entre ellas se encuentran:

• Instant calm spray: Contiene extracto de regaliz y funciona como calmante y anti eritematoso, puede ser usado en todo tipo de pieles (enrojecidas, irritadas, secas, normales, mixtas o grasas).

• Agua T de fórmula magistral: Contiene extracto de manzanilla y extracto de avena; puede ser utilizado como hidratante y calmante, en todo tipo de pieles.

Si deseas saber más de las aguas termales o las aguas calmantes, puedes dirigirte a cualquiera de nuestras dos sedes: CC Terras Plaza o CC. Galerías Ávila, o escribirnos a través de nuestras redes sociales.

Referencias:

• https://repository.eafit.edu.co/bitstream/handle/10784/2962/LucasIgnacio_ArbelaezCifuentes_2013.pdf?sequence=3
• https://madriderma.com/beneficios-agua-termal-piel-balnearios/
• https://www.farmaciatorrent.com/blog/belleza-dermocosmetica/agua-termal-sus-beneficios-y-aplicaciones/