La importancia de ser puntual para el emprendedor

Puntualidad en los negocios

Hoy vamos a conversar sobre la puntualidad. en particuplr, sobre la importancia de ser puntual, en general, pero en particular cuando eres emprendedor. Una virtud adorada por muchos e ignorada por otros.


«Es difícil mostrarte confiable cuando la gente tiene que esperarte»

Wes Fessler


La Real Academia Española, RAE, define puntualidad como:

Cuidado y diligencia en llegar a un lugar o partir de él a la hora convenida. Cuidado y diligencia en hacer las cosas a su debido tiempo.

Así, vemos que este concepto tiene una dimensión individual de actitud (cuidado, diligencia, preocupación), y una dimensión temporal, la cual resulta ser un acuerdo social (hora convenida, debido tiempo). 

El “deber ser” del límite temporal que se cumple al ser puntual va más allá de nuestra percepción individual o nuestra comodidad, ya que implica un acuerdo entre partes acerca de cuál es el tiempo que debe ser cumplido.

De esta manera, la puntualidad es un valor que dirige nuestro comportamiento en relación con ese acuerdo sobre los tiempos que deben regir en los compromisos que adquirimos.

La importancia de ser puntual

Cuando tenemos una reunión, por ejemplo, hay un acuerdo social con el otro u otros participantes, respecto a la hora. Puntualidad implica que todos los involucrados, individualmente, tengan el cuidado de respetar el acuerdo y presentarse a la hora acordada.

Puntualidad no necesariamente aplica sólo a estar a tiempo, también tiene que ver con cumplir a tiempo con tus compromisos, aunque no impliquen una reunión o una movilización de tu parte.

Cuando tenemos una fecha de entrega de un proyecto, también hay un acuerdo respecto a la fecha en que la persona interesada puede contar con el mismo. Puntualidad implica tomar las previsiones para hacer una entrega oportuna.

Ser puntual significa capacidad de respetar y valorar el tiempo propio y el tiempo ajeno.

Como microempresario, la puntualidad es un valor que siempre te ayudará a desarrollar positivamente tu emprendimiento. El ser puntual o impuntual afecta tu imagen y la de tu negocio y, en consecuencia, afecta su potencial de crecimiento y su capacidad de captar clientes y mantenerlos satisfechos. De ahí deriva la gran La importancia de ser puntual

Por otro lado, debes tomar en cuenta que los compromisos que adquieres impactan otros compromisos futuros, tuyos y de tus relacionados. Un retraso o falta de puntualidad en un compromiso, es posible que imponga retrasos en otros procesos y en otras personas, aún a su pesar. Si el origen del incumplimiento eres tú, estarás afectando no sólo tu imagen sino la de otras personas y empresas.

Los valores de la puntualidad Vs. los valores de la impuntualidad

Ser una persona puntual o impuntual comunica un mensaje totalmente diferente sobre ti mismo a las personas y empresas con las que te relacionas. Como microempresario, esa imagen que asocian contigo se transfiere automáticamente a la imagen de tu negocio.

Cuando tu negocio es grande, tu impuntualidad personal podría afectarte tal vez a ti pero no necesariamente a la imagen de tu empresa como tal, si el resto del personal clave es puntual. Sin embargo, si tu negocio es micro o pequeño, tu propia impuntualidad marca la imagen de la empresa.

¿Qué valores transmite una persona impuntual?

Cuando eres impuntual y no cumples con tus compromisos temporales, lo que eso dice de ti y de tu empresa es lo siguiente:

  • Eres desorganizado, puesto que no has sido capaz de planificar tus otras responsabilidades y compromisos de manera de cumplir a tiempo con éste.
  • Eres indiferente. No muestras interés en tu cliente o quien sea que se ve afectado por tu falta de cumplimiento. Transmites que no valoras el tiempo de los otros y, en consecuencia, tampoco valoras la relación de negocio que tienes con ellos.
  • Pierdes el tiempo. Ser impuntual te hace perder tu tiempo y el de los demás, porque potencialmente se puede convertir en una cadena de incumplimientos.
  • Pierdes dinero. El tiempo es dinero. Si pierdes tiempo, estás perdiendo dinero, ya que encareces tus productos y servicios por el tiempo que les debes dedicar, y tal vez afectas procesos que en consecuencia pueden resultar más costosos resolverlos más adelante.

¿Qué valores transmite una persona puntual?

Por el contrario, cuando eres puntual y cumples con tus compromisos temporales, lo que eso dice de ti y de tu empresa es lo siguiente:

  • Eres respetuoso. Te importan el tiempo y los compromisos de los demás. Los valoras lo suficiente como para hacer un esfuerzo por no afectarlos negativamente.
  • Eres disciplinado. Te exiges a ti mismo el cumplimiento de tus compromisos. Eres capaz de ejercer la autodisciplina y esforzarte por cumplir.
  • Eres comprometido. Ser puntual demuestra que eres responsable y cuando aceptas un compromiso te preocupas por cumplirlo.
  • Eres organizado. Has sabido organizar tu agenda y tus actividades para cumplir adecuadamente con los tiempos que te has propuesto.

Puntualidad y trabajo en equipo

La importancia de ser puntual, además, se extiende a tu equipo de trabajo. La puntualidad es un valor necesario para el trabajo en equipo. Cuando dependemos de otros u otros dependen de nosotros, los tiempos deben estar sincronizados para ser eficientes.

Si algunos de los miembros del equipo fallan en su puntualidad, el esfuerzo global se cae. No importa que algunos traten de cumplir, la impuntualidad de unos pocos afecta negativamente el resultado global.

Como emprendedores, al ser puntuales también damos el ejemplo. Un buen ejemplo a emular es importante con nuestro personal y relacionados a fin de establecer una cultura organizacional enmarcada en el respeto, disciplina y cumplimiento.

¿Qué causa la impuntualidad?

Vale la pena que aclaremos que cuando hablamos de impuntualidad en este artículo no nos referimos a ocasiones aisladas en las que por razones ajenas a nuestra voluntad no hemos logrado cumplir puntualmente.

Nos referimos en especial a aquellas personas que son impuntuales de forma regular. Que nunca, o muy pocas veces, cumplen con sus compromisos temporales, que siempre llegan tarde, a quienes siempre hay que esperar, y que tienden a entregar trabajos, productos y servicios con retraso de forma usual.

El monto del retraso, en este caso, puede ser grande o pequeño, realmente no importa. Lo relevante es que es un hábito y se asume como la “normalidad” de esa persona en particular.

Cuando nos enfrentamos a ese tipo de impuntualidad, generalmente obedece a una, o varias de las siguientes causas:

  • Desorganización. No eres capaz de realizar una planificación adecuada de tus tareas, que te permita establecer compromisos con tiempos realistas y alcanzables. O improvisas mucho y permites que el desorden del día a día afecte una buena planificación inicial.
  • Indiferencia. No te interesa ser puntual. La puntualidad no es un valor para ti y, por ende, no la colocas como eje orientador de tus decisiones.
  • Pereza. Quieres ser puntual, pero el esfuerzo adicional que te exige en algunos momentos priorizar el cumplimiento temporal de tus compromisos lo sientes muy grande y te da pereza asumirlo.

Cualquiera sea la causa, es negativo para ti y tu negocio. Por eso, te comparto finalmente algunas recomendaciones para lograr mejorar tu puntualidad:

¿Cómo lograr ser puntual?

  • Planifica con tiempo
  • Se realista con las tareas y reuniones que planificas
  • Analiza las causas de tu impuntualidad
  • Pon recordatorios y confirma, mediante sistemas de alertas
  • Reduce distracciones

¿Y si no hay más remedio que llegar tarde o entregar tarde, aunque me haya esforzado por cumplir?

Los imprevistos y las situaciones complicadas siempre pueden aparecer y afectar nuestra ejecución, a pesar de nuestra mejor intención de ser puntuales.

Todos, por más puntuales que tratemos de ser, nos hemos visto seguramente en una oportunidad en la que hemos llegado tarde o hemos retrasado una entrega.

¿Cuáles son las dos normas básicas en esos casos?

Si llegas tarde o entregas tarde, pide excusas. Así sea un retraso de 5 minutos, reconoce que estás en falta.

Si debes cancelar, hazlo con tiempo. Si vas a faltar por completo a un compromiso, cancela lo más temprano que puedas. Desde que sepas con certeza que no podrás cumplir, comunícate con los involucrados y hazles saber el cambio de planes. Esto permitirá a todos hacer los ajustes necesarios en sus tareas y expectativas para adaptarse al nuevo escenario que implica la cancelación.

El solo hecho de cumplir con estas dos normas, indica dos cosas positivas sobre tí:

  1. Estabas preocupado por cumplir y ser puntual, y
  2. Valoras el tiempo y planificación de los demás.

De estar forma, conviertes un potencial valor negativo como la impuntualidad, en un valor positivo como la consideración y respeto.

Por supuesto, no hagas de estas dos normas un hábito. Te recuerdo: ser impuntual siempre o con frecuencia, afecta tu credibilidad y la de tu negocio, aunque te disculpes y notifiques cada vez.

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Referencias

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