10 razones por las que comercios como san andresito y san victorino están próximos a desaparecer

10 razones por las que comercios como san andresito y san victorino están próximos a desaparecer

Hoy en día se pueden recordar aquellas épocas prósperas que tuvieron algunos comercios como los San Andresitos, San Victorino y demás aglomeraciones de negocios y locales que teníamos en la ciudad y que con el pasar de los años han caído en un declive del que no se sabe si saldrán.

En este artículo explicaré algunas de las razones:

1)    El narcotráfico

Es mi deber empezar con la razón que permitió el crecimiento de estos comercios, para mediados de la década de los 80's cuando el narcotráfico ofrecía al bolsillo una gran liquidez en materia de efectivo, los colombianos tenían una mayor capacidad adquisitiva en sus hogares. Pablo Escobar y su fama de dadivosidad fue un gran influyente de esta razón. Pero cuando la lucha contra el narcotráfico se intensificó, Pablo murió, y el dinero pasó a estar escondido en caletas debajo de la tierra, es un acto que ayudó a estancar la economía.

2)    El contrabando

Otra de las razones que impulsó el crecimiento de estas zonas fue el contrabando. Este permitía entrar al país mercancía extranjera que no pagaba impuestos, sacándola al mercado a un precio considerablemente inferior en comparación con los almacenes de grandes superficies, creando así un atractivo para los compradores donde por un precio más bajo podían adquirir el mismo producto. La lucha contra el contrabando se intensificó, al comercio no llega esa misma cantidad de mercancía a bajo precio, y la que logra entrar es distribuida por los comerciantes a un valor bastante similar que el de los almacenes de cadena, esto hizo que desapareciera dicho atractivo.

3)    La evasión de impuestos y la informalidad

Este es uno de los items que más tratan de combatir las asociaciones que se crean en estos comercios, pues repercuten en aspectos tanto económicos como sociales. Al no poder brindar un respaldo en materia de seguridad social el mejor talento humano huye de estos comercios en busca de mejores condiciones laborales. Pero el mayor de los problemas es el círculo vicioso que se crea cuando alguno de estos negocios se quiere formalizar, la carga tributaria empieza a desangrarlos poco a poco. Si al negocios le empieza a ir bien y su capitalización aumenta, crecer se convierte en su salvador y verdugo, porque superar los límites que permite tener el régimen simplificado obligándolos a empezar a cobrar IVA, por ende, el precio final de sus productos aumenta para el consumidor y en consecuencia se reducen drásticamente sus ventas, porque es muy difícil competir con un producto commoditie que tu competidor ofrece a un 19% menos en su precio final. Esto hace que muchos comerciantes en su intención de sobrevivir empiecen a usar estrategias poco éticas y hasta en algunos casos ilegales, como la doble facturación. 

4)    La mala fama creada por los productos réplica

Es un secreto a voces que para adquirir cualquier producto como un par de zapatillas hay que ser un experto en textil y ensamble para reconocer los modelos originales de los “chiviados”. El mismo contrabando que permitía la entrada de productos originales a bajo precio, permitía el ingreso de mucha mercancía réplica mayormente china y de mala calidad. Que si bien no había problema cuando el consumidor era consciente de que el producto que estaba adquiriendo era de baja calidad e iba a tener un tiempo de vida útil corto, mucho vendedor deshonesto se dedicaba a meter “Gato por liebre” con estos productos engañando a los clientes.

5)    La política de precios

Cuando me sentaba a hablar con algunos comerciantes, consultaba acerca de sus mercancías, ¿Qué había comprado y a como le había salido? palabras van palabras vienen, lo interesante llegaba en el momento que les consultaba a qué precio planeaban venderlo, un mismo producto podía venderse con un margen de utilidad que difería desde 33% hasta 400%. Entonces preguntaba, ¿a qué se debe esa gran diferencia? ¿Quizá a la extensión del canal de distribución que a mayor cantidad de intermediarios más aumenta el precio? La respuesta como muchos lo saben es “eso se vende según el marrano” en donde un mismo producto, de las mismas características, en el mismo lugar se vendía a precios diferentes según el consumidor que llegara a comprar, evidentemente los consumidores no somos estúpidos, y entre nosotros nos comunicamos. No había sensación más maluca que cuando hablabas con un conocido que había comprado un artículo como el tuyo y te enterabas de que habías pagado más por lo mismo. Uno se sentía como un idiota, y pensaba que el vendedor era un timador. La solución, no volver nunca a ese lugar o entrar a regatear donde se vuelve casi un juego de poker, cliente por adquirir el producto al menor precio posible y el vendedor a sacarle el mayor beneficio posible. Ese tira y afloje a veces encuentra un equilibrio y se puede hacer una transacción.

6)    La competencia por precio

Dice la teoría que los commodities al ser productos con características iguales su único diferencial para entrar a competir en el mercado es el precio. Al comercio ingresaban grandes contenedores con mercancía importada de la misma referencia. Esta mercancía se distribuía por los diferentes locales y a simple vista se podía ver este fenómeno, todos los negocios empezaban a exhibir los mismos productos local tras local. Los productos se podían considerar comodities porque, aunque tienen diferenciales como la calidad frente a otros productos que tiene el mercado bogotano, zonalmente eran el mismo. Entonces el comprador entraba en una procesión eterna local tras local preguntando por el precio del mismo producto, usualmente retirándose con el argumento “cualquier cosita vuelvo” o “voy a mirar otra cosa y vengo” hasta que llegaba a un vendedor que su personalidad lograba cautivarlo; el tira y afloje iniciaba y la negociación encontraba el equilibrio expuesto en el punto anterior. Con el pasar de los años, la fama creada por los consumidores que se sintieron estafados de haber pagado más por lo mismo tuvo un efecto sobre los vendedores que les quito lo “agalludos” por cobrar esos precios especuladores, estos empiezan a cobrar menos por los productos y evidentemente las utilidades de los negocios empiezan a disminuir.

Esta política de precios repercute en los negocios que son manufactureros como la joyería, las reparaciones de relojes, las fábricas de textiles, entre otros que, no entienden que su negocio no es la comercialización sino la producción, pero acatan esa estrategia de marketing de precios en sus negocios cobrando cada vez menos por sus productos elaborados, impidiéndoles tener un crecimiento empresarial. Muchos negocios de estos debido a su bajo margen de contribución no pueden contratar más empleados y el negocio existe solo para que su dueño pueda comer o aquellos que se atreven a contratar a alguien, dada la poca utilidad, generan un empleo mal remunerado que hace que el empleado se aburra de su precaria situación dando como resultado que quiera abrir su propio negocio, entonces un nuevo competidor entra al mercado y el precio desciende un poco más.

7)    La inseguridad en sus alrededores

Aunque este post se centra en fenómenos económicos y de marketing no podemos omitir algunas causas sociales que también influyen. Hago una descripción más exacta de los comercios que hablo: san Victorino, san Andresitos (38, san José, y norte).

San Andresito del norte debido a su ubicación tiene problemas logísticos para generar visitas nuevas de posibles compradores.

San Victorino y San Andresito San José tuvieron repercusiones debido a su proximidad con el sector del Bronx, que cuando fue desmantelado, muchos de sus habitantes se desplazaron a estos lugares.

Y San Andresito de la 38 rodeado mayormente de una gran zona industrial, o de grandes instituciones como de la Policía, correccionales y centros de retención de personas con delitos por mal comportamiento generan temor en mucho visitante.

Aunque estas eran las principales zonas de estos comercios, no podemos excluir aquellas como el Restrepo, la carrera 100 de Fontibón, ferias, bosa, Chapinero, suba rincón, Quiriguá, entre otras que, bien dada su ubicación y tamaño no son tan influidas por esta causa.

8)    El auge de los centros comerciales

En las últimas 2 décadas hemos visto como ha aumentado la construcción de nuevos centros comerciales, encontramos en gran parte de la ciudad un centro comercial cada kilómetro, atendiendo a la población sin la necesidad de desplazarse grandes distancias. Entonces, ¿por qué me tomaría la molestia de recorrer una hora mínimo de tráfico para llegar a algún san Andresito, si a unas pocas cuadras de mi casa encuentro un centro comercial, con los mismos productos, al mismo precio y sin tener que sufrir por encontrar un estacionamiento disponible?

9)    La visión de los propietarios

Es increíble ver como muchos de estos comerciantes usan los mismos métodos para dirigir sus negocios que hace 30 años. Se encuentran falencias graves debido al conservatismo y la reticencia al cambio. La gran mayoría no se preocupan por mejorar sus habilidades gerenciales, capacitarse en materia de empresarial o utilizar servicios de consultorías para resolver las dudas; tienen el típico imaginario “eso es para empresas grandes, no para negocios pequeños como el mío”. Y, aunque se puede sobrevivir con la deficiencia de estas características, existe una que el mercado no perdona, sobreponer sus intereses personales sobre los del cliente. Por ejemplo, debido a la informalidad muchos se abstienen a adquirir métodos para recibir pagos electrónicos como los datafonos para las tarjetas de crédito y débito dada la formalidad de estas transacciones por esos medios, los consumidores que por obligación necesitan usar ese método poseen 2 alternativas, recibir un aumento del precio del producto en 19% (IVA) perdiendo el beneficio del bajo costo, o realizar un avance en su tarjeta de crédito en un cajero cercano. Esto es representativo para los comerciantes de joyería, electrodomésticos o celulares porque no todo el mundo tiene la liquidez de efectivo para andar mínimo con un millón de pesos en el bolsillo para ir de compras. A esto sumemos el hecho de estar rodeados por una zona insegura, dificultad para encontrar estacionamiento los fines de semana y el no tener un método de envío de productos para ser entregados en el domicilio del cliente, entonces el espectro de posibles consumidores se reduce drásticamente.

10) El concepto errado sobre el marketing y la era digital

Agreguemos a esto el equivocado imaginario que tienen del marketing y la publicidad pues ven este rubro como un gasto y no como una inversión. La principal (y única muchas veces) campaña de comunicación que realizan es la impresión de un millar de tarjetas que pretenden que generen el tráfico suficiente de posibles clientes a sus negocios. Estás zonas tuvieron su auge como plaza efectiva que atraía público a la zona o más técnicamente llamado marketing posicional y ellos solo debían tener una vitrina atractiva para que el consumidor se detuviera a comprar, pero, como bien sabemos este escenario ha sido desplazado considerablemente por la era digital.

El e-commerce se ha convertido en su principal competidor, y por competidor me refiero a que la gran mayoría de los comerciantes no utilizan las herramientas digitales. Quiénes lo han hecho son aquellos que ya no dependen del sector como medio de atracción de clientes y le dan mayor importancia a estas plataformas para seguir impulsando sus negocios.

Para finalizar me gustaría dejar en claro que el objetivo de este post es hacer una crítica constructiva, que pueda llegar a los ojos de esos comerciantes que pueden sacar algún provecho de esta información y trabajen en esas falencias para mejorar sus ingresos o empezar a buscar alternativas que apoyen su sustento actual.


Alejandro pregonando 

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