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Muere Samuel Moreno, exalcalde de Bogotá condenado por la corrupción del ‘carrusel de la contratación’

Tenía 62 años y cumplía una condena de más de 11 años de cárcel. Fue uno de los líderes del entramado conocido como “carrusel de la contratación”

Samuel Moreno
Samuel Moreno, exalcalde de Bogotá.Archivo Alcaldía de Bogotá.
Juan Esteban Lewin

Samuel Moreno murió este viernes, a finales de la tarde, en el Hospital Militar de Bogotá. El exalcalde de Bogotá iba a cumplir 63 años este sábado. Hacia el mediodía del jueves sufrió un desvanecimiento en la Escuela de Caballería, una guarnición militar en el nororiente de la ciudad donde cumplía una pena de 11 años y 10 meses de cárcel por corrupción. Desde su llegada al Hospital estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos con pronóstico reservado, tras haber pasado por una operación cardíaca de urgencia.

Alcalde de Bogotá entre 2008 y 2011, nació en Miami en 1960 cuando sus padres estaban exiliados. Su abuelo, Gustavo Rojas Pinilla, fue presidente entre 1953 y 1957, tras un golpe de Estado. Moreno heredó la tradición política de su abuelo, e hizo carrera arropado en la imagen popular que cultivó Rojas desde el poder y en los años siguiente a su caída, tras un paro cívico empresarial que terminó con la única dictadura que vivió Colombia en el siglo XX.

Abogado de la tradicional Universidad del Rosario de Bogotá, hizo carrera política en la Alianza Nacional Popular (Anapo), el partido político nacionalista y populista que fundó su abuelo al regresar del exilio, y que alcanzó a rozar la victoria en las elecciones presidenciales de 1970. Rojas alegó que había perdido por un fraude, acusación que fue el mito fundacional de la guerrilla del M-19.

Samuel empezó en política en 1982, a los 22 años, cuando lo dirigía su madre María Eugenia Rojas, conocida como La Capitana. Fue jefe de debate de su madre en la primera elección popular para elegir alcalde de Bogotá, en 1988, y en 1991 llegó su gran salto. La Asamblea Constituyente elegida en 1990, tras la desmovilización del M-19, revocó al Congreso elegido ese mismo año y convocó a elecciones. La Anapo y la Alianza Democrática M-19, el partido surgido de la exguerrilla, se aliaron. Rojas, heredero natural en la Anapo, fue candidato al Senado.

Llegó y se mantuvo allí hasta 2006, reelegido tres veces por la Anapo. Mientras tanto su hermano Iván también hacía política con su apoyo y el del aparato de la Anapo: fue representante a la Cámara por Santander y luego viceministro y ministro de Salud del liberal Ernesto Samper, a quien Samuel apoyó en el Congreso. Luego, en 2000, llegó a alcaldía de Bucaramanga, la capital del departamento que había representado en el Congreso.

En 2003, cuando Iván terminó su periodo como alcalde, los dos hermanos llevaron a la Anapo al Polo Democrático Alternativo, una coalición de fuerzas de izquierda que logró grandes avances electorales, incluyendo ganar la alcaldía de Bogotá ese año con el dirigente sindical Luis Eduardo Garzón.

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Convertido en una de las figuras de más peso en el Polo, en 2006 Samuel no buscó reelegirse de nuevo, y en su lugar lo hizo su hermano, ya por el Polo. En 2007, se lanzó a la alcaldía de Bogotá. Ganó frente a Enrique Peñalosa, quien ya había sido alcalde y tenía el apoyo del entonces poderoso presidente, Álvaro Uribe Vélez, gracias a la suma de antiuribismo bogotano, buena imagen de Garzón y carisma de Moreno. Una suma de activos que le permitieron incluso sortear el haber respondido, en un debate televisado, que no dudaría en comprar 50 votos para salvar a la ciudad de alguien que hubiera comprado 50.000.

Como alcalde avanzó en el ansiado proyecto de una primera línea de metro y logró una amplia coalición con partidos tradicionales en el Concejo. Pero, cerca del final de su período, terminó suspendido por la Procuraduría por el escándalo de corrupción conocido como “carrusel de la contratación”, un entramado de irregularidades para amañar obras públicas del Distrito de Bogotá.

En el esquema también participaba su hermano, el entonces senador Iván Moreno, quien la justicia luego demostró que era quien negociaba los sobornos. El Polo Democrático se dividió inicialmente entre críticos de Moreno, como el hoy presidente Gustavo Petro o el senador Iván Cepeda, y quienes veían la decisión como una persecución política. Finalmente el partido los expulsó y el poder político de los herederos de Rojas Pinilla se extinguió.

Procesado penalmente, en 2016 fue condenado en primera instancia por haber recibido cerca de 2.790 millones de pesos en sobornos por un contrato para el servicio de ambulancias del Distrito. La sanción era de 18 años de cárcel. Sumó dos condenas más por otros hechos de corrupción, que él nunca reconoció. La mayor era de 39 años de prisión, una multa de 50.000 salarios mínimos mensuales y la inhabilidad vitalicia para ejercer cargos públicos. En 2017, las revelaciones internacionales del escándalo de corrupción de Odebrecht llegaron a Moreno: la Fiscalía encontró que había recibido 345.000 dólares de la multinacional brasileña.

Desde 2011 estuvo recluido en la Escuela de Caballería. Menos de tres meses antes de su muerte había logrado que la Corte Suprema redujera su principal condena, la del contrato para la construcción de la troncal de la calle 26 de Transmilenio, el sistema de autobuses articulados de Bogotá. El alto tribunal fijó la sanción en 11 años y 10 meses de cárcel.

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Juan Esteban Lewin
Es jefe de Redacción de la edición América Colombia, en Bogotá.

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