Descubre los tipos de biodigestores para el tratamiento de aguas

El tratamiento eficiente de aguas residuales es esencial para preservar la salud ambiental y garantizar un suministro de agua seguro. En este contexto, los biodigestores para aguas residuales se destacan como tecnologías clave. Estos dispositivos aprovechan procesos biológicos para descomponer materia orgánica, reducir la contaminación y generar biogás, un recurso energético valioso.

Si estás buscando soluciones eficaces y respetuosas con el medio ambiente, este análisis de biodigestores es imprescindible para entender y abordar los desafíos actuales en la gestión del agua. En este artículo, te presentamos los tipos de biodigestores, así como funcionamiento. ¡Comencemos!

¿Qué es un biodigestor?

Un biodigestor es un contenedor sellado donde los microorganismos descomponen la materia orgánica en biogás y fertilizante mediante un proceso natural. Este proceso de digestión anaerobia es posible porque el biodigestor crea un entorno sin oxígeno en el que las bacterias pueden consumir los residuos y prosperar.

Los biodigestores pueden utilizarse para procesar muchos materiales orgánicos, como restos de comida, residuos agrícolas e incluso estiércol animal, lo que los convierte en una solución sostenible al problema de la eliminación de residuos orgánicos.

biodigestores

A medida que las bacterias digieren los materiales orgánicos, producen gas metano que puede capturarse y utilizarse como fuente de energía renovable. Los restos se denominan digestato, una mezcla rica en nutrientes que constituye un excelente fertilizante orgánico.

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¿Cómo funcionan los biodigestores en el tratamiento de aguas residuales?

En primer lugar, se debe recoger la materia orgánica para alimentar a las bacterias que producen biogás. Dependiendo de tu biodigestor, puedes incluir restos de cocina, sobras, excrementos de animales, residuos de cultivos o incluso desechos humanos. 

Se recomienda instalar el biodigestor en una superficie plana que reciba mucha luz solar. Para activar el digestor, necesitarás estiércol de vaca y agua: las bacterias necesitan entre 1 y 4 semanas para ser productivas.

Una vez activados los microorganismos, comienza el proceso de fermentación. Las bacterias descomponen los materiales mediante digestión anaeróbica. El combustible obtenido durante este proceso se recoge y almacena en un depósito o bolsa aparte. El resto del material digerido se descarga del biodigestor como un fertilizante líquido rico en nutrientes conocido como digestato.

Para obtener la máxima producción de biogás de su sistema, se tiene que añadir agua y otras materias primas al biodigestor. La proporción recomendada de agua por cada residuo es de 1:1, a menos que el fabricante proporcione instrucciones diferentes. 

El biogás recogido puede convertirse en una fuente de combustible para cocinar, calentar o incluso generar electricidad. Es una forma sostenible de gestionar los residuos, ya que reduce el número de descartes de los vertederos, produce energía renovable y proporciona una fuente orgánica de abono para las plantas.

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Tipos de biodigestores

Ahora ya que sabemos cómo es el proceso de los biodigestores en el tratamiento de aguas, es momento de analizar los tipos de biodigestores. Por lo general, la digestión anaerobia se clasifica según cuatro criterios. De acuerdo a la temperatura de funcionamiento, los biodigestores pueden ser mesófilos o termófilos. 

– Los digestores mesófilos funcionan a una temperatura comprendida entre 30 y 38 °C. Son más estables, por lo que también son los más comunes. El inconveniente es que el sistema produce cantidades menores de biogás y no puede reducir las concentraciones de patógenos a niveles no detectables.

– Los digestores termófilos funcionan entre 50 y 60 °C. Estos sistemas son adecuados cuando se necesita eliminar suficientes patógenos para producir biosólidos de calidad. Los biodigestores termofílicos son más caros de operar y requieren un mayor mantenimiento. 

En función de la materia prima, los biodigestores pueden procesar un tipo específico de materia prima o múltiples materias primas (codigestión).

– Los biodigestores para residuos agrícolas pueden procesar estiércol y residuos de cultivos, más adecuados para explotaciones medianas y grandes.

– Los biodigestores a pequeña escala que descomponen alimentos, residuos de jardinería y otros residuos generados por hogares y empresas.

– Los biodigestores industriales que descomponen los residuos orgánicos generados por fábricas y otros procesos industriales.

– Los biodigestores para lodos de depuradora suelen formar parte de plantas industriales de tratamiento de aguas residuales.

– Los biodigestores para materias primas de codigestión pueden tratar varios materiales orgánicos al mismo tiempo.

Los biodigestores pueden ser húmedos (bajos en sólidos) o secos (altos en sólidos) si tenemos en cuenta el contenido de humedad. 

– Los digestores húmedos transforman materias con un contenido en sólidos inferior al 15%.

– Los digestores secos descomponen materias primas apilables con un contenido en sólidos superior al 15%.

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¡Ahora ya sabes qué son los biodigestores y sus tipos! Como ves, estos sistemas no solo representan una solución ambientalmente amigable para el tratamiento de aguas residuales, sino que también abren la puerta a la producción de energía renovable y fertilizantes orgánicos. ¡Esperamos que esta información te haya sido de utilidad!

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